miércoles, 4 de octubre de 2023

Salomé



Reír es su artificio.

Y hacerse desear, su pecado venial,

exento de malicia

o mixtificación .


Danza

porque quiere seguirle el juego al aire,

que este anochecer tibio de agosto

acude a provocarla

empapado de música y olores.


Ondulación meciéndose en la brisa,

su larga cabellera

atrapa los reflejos de la luz que sucumbe.


El aire se enamora de las dunas

que dibuja su cuerpo.


Y ella lo sabe.


Emplea

sus armas de mujer con eficacia,

no hay un  solo capricho

que no pueda lograr.


Cuando suspira,

su aliento embriagador incendia el viento.


Ruégales a los dioses

que de tu corazón no sienta antojo.


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