Mostrando entradas con la etiqueta El Sol de los ocasos ( v. blanco). Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta El Sol de los ocasos ( v. blanco). Mostrar todas las entradas

miércoles, 14 de junio de 2023

Carretera adelante







Encendido crepúsculo,

amable hora en calma. 


Embebida en tu hechizo, se podría decir

que casi se hace amena la ruta y sus pequeños

placeres sorpresivos.


Agradece la vista

el poder dilatarse en las ondulaciones

de este mar de trigales, donde bogan alegres

amapolas danzantes.


Y resulta un regalo

este soplo de brisa que acaricia tu rostro

y te llena de euforia.


Lo sensato sería

dejarse arrebatar por la ilusión

de que vas al volante, de que tienes sujeto

tu destino en tus manos

y seguir disfrutando de viaje y carretera

mientras el cuerpo aguante.


Sin volver a poner

esas viejas casetes, en las que cada nota

evoca otros paisajes teñidos de nostalgia.


La música de siempre,

la que suena por dentro,

la que a emoción y a sangre se acompasó al latir

e inevitablemente te obliga a la querencia

de fijar la mirada en el retrovisor

más tiempo del preciso.


Mientras la vida pasa delante de tus ojos.


Y no consigues verla.


Horizontes perdidos,

que no fueron imagen en ninguna retina.


Que no dejarán huella en ningún corazón

cuando muera la tarde.


miércoles, 28 de septiembre de 2022

Nidales del silencio


 

Habito en los nidales solitarios

donde medra el silencio.


Y no me pesa.


Es todo

cuestión de acostumbrarse a prescindir

de los ruidos del mundo,

ese imán tan caótico,

y a la vez evitar

que nos duela la ausencia de los ecos

de las voces amadas.


Luego,

muy poco a poco,

se adiestran los oídos en el arte sutil

de escuchar los sonidos apenas perceptibles

que flotan en el aire,

ese repiqueteo de la lluvia

sobre el cristal,

el leve

y encendido suspiro de la brisa

cuando acaricia al sauce, la tersura

del adiós musical que improvisa el jilguero

al despedir la tarde.


E intentas recordar como sonaba

el río de la sangre que impulsaba animoso

tu propio corazón,

antes que lo anegasen las tormentas

de los mares revueltos de la vida.


Mientras vas aprendiendo a echar la vista atrás

sin supurar agruras ni saudades.


Y esperas que te llegue,

definitivo,

el sueño.


lunes, 21 de marzo de 2022

Otro mañana

Probablemente un día

en mitad de la fiesta, unos buenos amigos

te estimularon:

Bebe

como si nunca hubiera otro mañana”


Hoy yo te digo más:


Baila

como si nunca hubiera otro mañana.


Ríe

como si nunca hubiera otro mañana.


Canta

como si nunca hubiera otro mañana.


Sueña

como si nunca hubiera otro mañana.


Ama

como si nunca hubiera otro mañana.


Vive

como si nunca hubiera otro mañana


Porque lo que es seguro

 es que llegará un día, tan común como tantos,

 en que amanecerá

y, aunque tú no lo veas,

será el cielo un enjambre de presagios feroces.


Y no habrá para ti

jamás otro mañana.


jueves, 5 de noviembre de 2020

Placebos del ardor (Sol de Otoño)


 

Cómo acaricia el Sol

que nos regala generosamente

la mañana Otoño.


Lo agradecen los huesos doloridos

y la piel lo celebra


Lo mismo que una gata perezosa,

adoro abandonarme 

a la tibieza afable que me envuelve

y me recuerda con su suave unción

la hospitalidad de una sonrisa

y el tacto de unas manos.


Cuando el día se acorta,

se hace mucho más imprescindible

saber aprovechar estos mínimos dones

que edulcoran la vida.


Hay que exprimir sus zumos

dorados mientras duren.


Y elaborar con ellos recuerdos anisados

que calienten por dentro .


Placebos del ardor que reconforten

los desfallecimientos del espíritu,

cuando no quede ya ni un mísero rescoldo

de ilusión y esperanza que lo animen

y se vaya apagando

lentamente su lumbre.


Las noches del Invierno que se acerca

por lo común son frías .


Y muy largas.


jueves, 22 de octubre de 2020

Pálpito ilusorio


Caminamos a oscuras,

atisbando destellos de fantasmogorías ,

sospechado que existen...


Pero no lo sabemos..


Hay que reconocer que la verdad

es que solo nos llegan nuestros parcos sentidos

para palpar a ciegas los contornos de un mundo

demasiado inasible.


A veces intuimos

allá ,del otro lado,

retazos y rumores entrañables

de algo semejante a la belleza

que consigue envolvernos en algo parecido

a la felicidad.


También, en ocasiones,

sentimos en la piel la mordedura

de algún presentimiento que nos habla

de lo eterno del frío.


Hay que reconocer que no sabemos

ni queremos saber.


¿ Quién nos puede culpar si temerosas

nuestras manos tiritan

y eligen lo improbable?


Lo que menos nos duele.


La vida

hecha de luz , de aire,

de música, de abrazo, de sonrisa...

...de pálpito ilusorio,

nos rodea


Incluso hasta consigue

que a ratos olvidemos la única certeza

de aquella estrella oscura , de entrañas insaciables,

que lleva nuestro nombre.


Del fervor encendido e impaciente

con que su boca hambrienta nos aguarda.


miércoles, 19 de agosto de 2020

Continente Olvido

 





¿Qué viento austral insuflará a las aves

su afán aventurero?


¿Quién les inspira la cartografía

que les muestra las rutas

hacia las tierras cálidas.?


Debo irme,

lo sé,

me lo grita el instinto,

que interpreta fielmente el rumor de sus pálpitos

y nunca se equivoca.


Aunque jamás se tome la molestia

de decirme el cómo ni hacia dónde.


Regresar a un pretérito añorado

es del todo imposible.


Y en el plano universo que forma mi presente

todo es aire marchito

y páramo infecundo,

sin una madriguera

ni un túmulo de sombra en que ocultarme

para que no encuentren mis fantasmas.


Otra vez más me toca

la huida hacia adelante.


Cerrar las puertas

clausurar ventanas,

aceptar que una capa de polvo ha de cubrir

las estancias del hoy en el que habito,

y partir sin volverse

a mirar para atrás,

aunque sea costumbre inveterada,

siempre suele causar desasosiego.


Quién sabe si el destino,

amigo como es de soterrar

sus ases en la manga,

me tiene reservada su piadosa

y última sorpresa.


Y el vagar de mis pies desorientados

me lleve cualquier día

al Continente Olvido.


Allí donde no logran seguirte los recuerdos


Donde solo conservan

sentido las palabras

si hablan de los días felices e inocentes

y afloran a los labios

en forma de canción.


Acunados en esa melodía

será más placentero deslizarse

suavemente hacia el Valle del Silencio.


Y acaso íntimamente

una voz nos susurre

que ya estamos por fin llegando a casa.







martes, 30 de junio de 2020

Letargia






Las horas pasan lentas.
Pasan lentos los días .

Se dilatan también las estaciones,
hasta que ya no sabes dónde acaba
el invierno ,
cuando tu piel no siente
esa revolución esplendorosa
del febril sarpullido de las flores .

Mi vida es un paisaje
de tiempo detenido
en el que nada fluye,
donde cualquier instante se condensa
hasta volverse un sólido pesar que me avasalla
y me hace suspirar imaginando
cómo será dejarse llevar por el impulso
ligero de la brisa,
hasta un lugar cuya liturgia sea
insustancial y atávica.

Esa que obliga al aire
a que se entregue al cambio por el cambio
y a celebrar la vida.

Pero los sueños tienen
las alas quebradizas y yo ya no recuerdo
en qué aterrizaje de emergencia
traspapelé las mías.

Solo soy un montón apretujado
de friolentas plumas,
que le sirven
de nido a la esperanza.

Quién conoce
los designios ocultos del destino...

Quién sabe
si todavía queda para ella
algún amanecer azul celeste,
donde un rayo de Sol voluntarioso
la venga a rescatar de su devastadora
e inmemorial letargia.





















viernes, 9 de agosto de 2019

Los topos ciegos


No vale ya la pena
andar disimulando

He de reconocerlo, estoy perdida.

Ha sido mucho tiempo
de andar tras de algún Sur de rostro amable,
dispuesto a recibirme
con los brazos abiertos y cargando en sus manos
los presentes sencillos de su eterna alegría,
de sus aves aves exóticas ,
sus orquídeas silvestres,
y su  amor más salvaje .

Y ahora alguien me dice
que está de moda el Norte
con su estrella de anuncio...

.y yo sin enterarme...

Pero a mis años da como  pereza
 empezar ese viaje hacia un lugar lejano ,
sin estar muy segura de si es que alguna vez
consiguió conquistar el suyo nadie.

Si hay quien llegue a hacerlo antes que el Sol se ponga,
que venga y me lo cuente...

No es fácil encontrar el rumbo exacto
en un mundo sin límites
donde todo son mares
de dudas,
inundados
de espejismos radiantes  y neones,
donde cantan con voz de gata en celo
un vals  
-o acaso un  requiem-
  las sirenas,
pero yo, por las luces mortecinas
que se recuestan sobre el horizonte,
juraría que voy hacia el Oeste...

Y tampoco es tan grave , ni voy a derramar
por ello media lágrima.

Porque la Luna Nueva
se ve igual de redonda en todas partes

Y todos los caminos conducen a esa Roma
ubicua,
que termina concentrada
en la mitad exacta de tu ombligo,
y cada día arde
para darse el placer
de levantarse de entre sus cenizas.

Mejor me quedo aquí,
donde ya me conozco este paisaje
en que arraigó entre polvos y sudores
la delicada flor de mi querencia.

Los sueños ,
quedarán
para otra mejor vida.

Cuando el barro
al fin logre olvidarse de que se debe al barro.

Cuando el dolor reniegue
de apegarse a la carne

Cuando los topos ciegos tengan alas
y ,siguiendo el rumor del extravío
vital del corazón,
aprendan a orientarse


martes, 6 de agosto de 2019

La mirada del frío



Quién,
después vivir intensamente
todas las estaciones de la vida,
puede andar presumiendo de no haberse encontrado
perdido por las tundras habitadas
por lo glacial ,
que busca
nutrirse depredando la tibieza.

Lo mismo que granizo ,
encarnizándose
con el pétalo inerme,
deflagró la palabra
sobre mi corazón
y lo envolvió en su tacto
hasta volverlo sólido.

Se hizo la dureza
para que arraigue en ella lo gélido del labio.

Yo conozco su hielo.

Lo he sentido
irse licuando sobre mi cabeza
y resbalar despacio,
ceremoniosamente,
como una caricia abrasadora,
hasta lamer mis pies,
agostando mis ganas de vivir,
secándome por dentro .

Por eso sé el esfuerzo de intentar
ser un sobreviviente
a base de internarse en los caminos
oscuros del olvido.

Yo ya he vuelto del Círculo Polar.

Ahora no me pidas que abandone
el seguro calor de mi guarida.

No quiero aventurarme
a descubrir que hay ojos que tienen
el color de la escarcha.

De qué manera puede malherirme
la mirada del frío.




















domingo, 26 de mayo de 2019

Lo difícil


No es tan complicado
ni tan inasumible,
después de todo
hay que sobrevivir.

Se trata solamente
de ir mimetizándose
con el entorno sólido y agreste

Ser dura con las piedras
y glacial con el frío,
airada con el viento,
salobre con la sal...

Adiestrar bien la piel
en el arte de ser un solar desahuciado
donde medra a placer la indiferencia.

Aprender a asfixiar tus emociones
bajo una espesa capa de silencio,
hasta que poco a poco ya nada te perturbe
y puedas contemplar los seres y las cosas
desde la lejanía.

Lo difícil
es lo que viene luego,
sentarse a contemplar ocasos invernales
e intentar recordar
cómo era aquello...
lo de sentirse humano.

Lo del tiempo insalubre,
alocado y magnífico
en que aún conseguías ser feliz un instante .

Aquel en el que eras
un temblor sensitivo.

En que toda tu vida
pendía  de un “ Te quiero”.