viernes, 26 de julio de 2019

Argucia



No podemos cambiar lo ya vivido.
Grabada va quedando en la memoria,
con lujo de detalles , nuestra historia
como un álbum de fotos colorido.

Que duela recordar lo ya sufrido
tanto como evocar la antigua gloria
desvanecida, vuelve obligatoria
la argucia compasiva del olvido.

Gota a gota , hace el tiempo lo que debe,
va horadando a  conciencia y con constancia,
hasta que nos devuelve a nuestra esencia

Seres saboreando la inocencia
ignorante y gozosa de la infancia
antes de que la muerte se nos lleve.





lunes, 22 de julio de 2019

Delicatessen



Puede ser delicioso
el degustar despacio estos bocados
de soledad de tacto de satén
y sabor a licor de mandarina.

Todo es aclimatar
la pupila al celaje de las horas
en que toca vivir puertas adentro
y contemplar el modo en que dibuja
un destello de luz
caprichos en el polvo que flota en la penumbra

Y al oído a escrutar
los suspiros que prendidos en el envés del aire.

Y si es que está callado,
celebrar que te deja gozar de esa mudez .

Solo temo un silencio.

Ese que llegará para llenarme
los ojos de una estática sorpresa
y traerle la paz definitiva
a mi alma fatigada .

Que logrará que calle para siempre
la música de dentro.

Entre el amor y la muerte


Píldoras de mil colores,
blancas ,rojas , coloradas,
azules y anaranjadas
nos recetan los doctores,
Remedios de los dolores,
la angustia, la depresión
los flatos o la la tensión...
Siempre habrá, sea el que sea
el mal, alguna grajea
que sirva de solución.

En este mundo moderno
hay pastillas para todo
pero nadie ha hallado el modo
de volver al hombre eterno.
Desde el útero materno
estamos ya condenados
a vivir acongojados
sintiendo como la muerte
nos acecha y nos convierte
en seres amedrentados.

Existir y convertirse
día y noche con denuedo
en servidores del miedo
no es mejor plan que morirse.
Conviene más persuadirse
de que no te ha de librar
de tenerla que palmar
tanta inútil aprensión,
más vale echarle ilusión
a la vida y disfrutar.

Lo malo es que siempre vamos
a tropezar en lo mismo,
el loco romanticismo
con que nos enamoramos.
y luego nos lamentamos
de sufrir esos angores
del alma , devastadores,
cuando tampoco hay pastilla
que obre la maravilla
de curar el mal de amores.

Devastaciones


Es gris el polvo de cualquier camino
que decidas seguir
y son las huellas
que antes dejaron otros un compendio
de infinitos cansancios,
de ruindades ,
tristezas
y grisuras.

Le queda al caminante ese consuelo
de las zarzas hambrientas
por su piel,
que resultan
un toque interesante en los ribazos
y ,si es que tiene suerte, no perderse
demasiado buscando otra salida
que no sea escapar hacia adelante.

Luego, todo es ponerle
al tiempo malcarado buena cara,
silbando esa canción que se quedó
enredada en el borde de los labios
y es a la vez nostálgica y alegre.

Y rezar porque sea
estrellada la noche .

Y, si es que viene oscura ,
tropezarse una buena compañía .

Sabiendo que, por mucho
que lleve de reclamo sus alforjas
decoradas con doce cascabeles,
quien más, quien menos guarda en su interior
viente puñales y más de cien heridas.

Y esconde en lo recóndito del pecho
un campo de batalla devastado.