viernes, 20 de abril de 2018

Paréntesis



Cierra la puerta.

Excluye,
dale en las narices
del otro lado a un mundo empeñado en vendernos
su bombón más dorado,
ese que siempre amarga , pues recala su trufa
de licor de desvelos.

Baja las persianas,
echa las cortinas,
encierra en un paréntesis
este espacio minúsculo que a veces nos regala
a aquellos que sabemos disfrutarlo
conjugando cariño  y compañía.

Aquí estoy yo,
ya sabes
cómo soy de risueña y cantarina
de amiga de las flores y los pájaros...
De tenaz ,
de dispuesta
a ir entretejiendo con pétalos y trinos
una colcha de amianto
que guarde a buen recaudo nuestros sueños .

Aquí estás tú,
curado en cicatrices,
bregado en el mordisco, hambriento en la caricia,
sutil en el incienso , calentura
en la anisada voz,
de corazón templario y alma de poeta

Capaz de ser el luchador más fiero
en la batalla diaria de la vida
y de a la vez mostrarte infatigablemente
el amante más tierno.

Aquí estamos   a dúo,
sumando voluntades,
formando este nosotros de espíritu imbatible,
decididos a dar hasta la gota última
de ilusión que nos queda
con tal de defender nuestro exiguo reducto
de intimidad idílica.

Conque cierra la puerta,
baja bien las persianas
y sin meter ni un ruido,
acuéstate a mi lado...

Y qué le importa a un mundo
al que no le importamos lo más mínimo,
cómo nos recreamos durante estas horas
de plomo de la siesta.

Hagamos lo de siempre ,
hacernos el amor despacio y en silencio

Que nos se entere nadie
que hemos descubierto el aleph codiciado
en donde el instante se detiene
y nos permite vislumbrar que existe
algo así como un irrenunciable
terrenal y dichoso paraíso .

  Creado  a la  exacta  medida de los dos
 por quién sabe  qué suerte de misterio.


Maravilla




Miradla...!Qué maravilla!
Un ángel, que en pleno vuelo
se despistó y cayó al suelo,
me parece esta chiquilla.
Vino a traer la semilla
de su alegría inocente
y ha sido tan diligente
en sembrar paz e ilusión
que hoy mi mismo corazón,
! Oh, milagro! , es flor sonriente.

A su cara los colores
Abril le presta gustoso
y es su voz un melodioso
gorjeo de ruiseñores.
Se evaporan mis dolores
cuando la tengo a mi lado...
Quién hubiera imaginado
que ese capullo pequeño
pudiera hacerse mi dueño
de un modo indisimulado.

Con este humilde gavilla
de versos , rendirle quiero
un homenaje al salero
de su presencia sencilla.
Igual que va la polilla
a la luz y nunca triste
vuelve a estar, porque consiste
su gozo en verla brillar,
por volverla a contemplar
mi fe en la vida resiste.

domingo, 15 de abril de 2018

Estas jodidas piernas...




Decidme,
¿cuántos años son precisos
que me quite de encima para poder contarme
aún entre los jóvenes?

Todavía presumo
de que sigo cavando una trinchera
contra la sinrazón y la injusticia
y alzando una muralla que me oculte
a la mirada gris del desencanto.

De que tengo guardada en la recámara
una ilusión indemne
para afrontar los días que pueden describirse
sin más interjecciones .

Dos gritos,
tres sonrisas ,
unos cuantos poemas
y un inagotable cancionero
para capotear sin inmutarme
los múltiples derrotes
de todos los moruecos o los mihuras
que me salgan al paso.

Si fuese por señales,
yo debo de ser joven,
más que nada
por todo lo que siento y me desborda .

Que tengo el corazón como de estreno
y la sangre caliente.

Y me arden las ganas
de comerme el ascético florilegio de espinas
con que te obsequia el mundo,
de hacerme una cobija con mis miedos,
de soñar que se puede
y de volar muy alto.

De no ser
- !Ay, ay, ay.... !-
que luchar a destajo con la vida a mordiscos
me ha dejado sin dientes
al pasar de los años.

Y por todos los daños
que han ido acumulando-!! Ay, ay, ay...!!!-
estas jodidas piernas...

Viva la gente




Se precisa más gente
con ganas de escuchar la melodía
que palpita en el aire y, noche y día,
traducir  a palabras su son resplandeciente.

Que tenga la osadía,
el punto de inconsciencia suficiente,
y un corazón, tan loco y vehemente
como para  escribirle un himno a la alegría.

Y una voz que interpreta
todas las emociones que en secreto
va descubriendo dentro su alma de poeta

Que crean que le alcanza
al mundo con la magia de un soneto
para, por un instante, recobrar la esperanza.