¿Sabes?,
con lo que siento por tí ya no me alcanza
para
inspirarme un verso, de aquellos alumbrados
a
fuerza de ceguera, que quedan eclipsados
cuando
la vida impone su lucidez a ultranza.
Tengo
la voz cansada, han sido demasiados
años
de malgastarse , forzando una romanza
que
apagase el murmullo de la desesperanza
y
avivase las brasas de esplendores pasados.
Conque
este será el último poema que te escribo,
aunque
luego me pase largas noches en vela
sin
saber en qué usar mi verbo compulsivo.
Notando
el golpeteo con el que se rebela
el
corazón , que sabe que solo sigue vivo
cuando
late por alguien, por mucho que le duela...
