sábado, 10 de abril de 2021

Ocho vidas (Tecnología 5.0)


Vivir en esta edad del estrellato

de lo superficial , de esta vacía

actitud cara a la galería,

 al estrés puede hacerte candidato .

¿ Es que el mundo se ha vuelto mentecato?

Qué gasto más inútil de energía

vital y qué estúpido maltrato

a nuestra integridad ese insensato

afán por consumir tecnología.


Ocho vidas al menos, más que un gato,

son las que se precisan hoy en día

para satisfacer esa manía

de andar wasapeando todo el rato.

Y eso, sin contar el pugilato

en el certamen de la tontería,

por ver quién deja un twit de antología.

Tanto es fuerzo te deja turulato.

Mi consejo es : tirad tanto aparato

y un buen libro leed de poesía..


Sobre la oscuridad



Mariposas nocturnas,

seducidas

por la atracción fatal de su llamada,

sobre la oscuridad

hay difusas imágenes

que pasan por delante de los ojos

semejantes a aquellas

que preceden al sueño.


Únicamente son

retazos de otro tiempo ya vivido

que a fuego y a querencia en tu retina

fueron quedando impresos.


Quisieras ser capaz

de aprisionar al vuelo su efímera emoción,

aunque para lograrlo

tuvieras que quemarte las pestañas.


Poder reproducir

esa iconografía de los tiempos felices

en sus detalles mínimos,

hasta aquel esplendor humilde y fresco

que tenía la hierba,

bien valdría exprimirte el poco de humedad

que todavía queda en tu mirada.


Si todo fuese ahondar

un poco más el pozo de tus lágrimas...


Pero es mejor dormirse.


Sabes que no hay manera

de acallar con recuerdos la angustia existencial

ni te conviene

revivir el ayer.


La luz hiere los párpados

y aniquila el espíritu

que ha tenido que ir acostumbrándose

a tejer realidades con las sombras

que pueblan los desiertos

de sal de una almohada.



miércoles, 7 de abril de 2021

Mínimo consuelo


 

Parpadeas
y ya estás otra vez dentro del círculo
del eterno retorno sin regreso

Reinician los zapatos
por inercia el camino a la rutina
de los días carentes de sorpresas
en donde el hoy pudiera intercambiarse
con un mañana semejante en todo
a un ayer recurrente.

Los bolsillos
no dan a basto para tanta deuda
que vas acumulando,
más que nada
a ti mismo te debes, al empréstito
de la férrea promesa que te hiciste
de intentar ser feliz .

Pero ya llegas tarde
- aunque no estás segura de hacia donde-
y hay huelga en esa línea de autobuses
que lleva a la esperanza ,
y empieza a chispear y como de costumbre
tú vas sin chubasquero
y es un lujo
perder tiempo en llorar.

Menos mal que aún queda en pie la firmeza
de un pilar que resulta inamovible.

El de regodearnos

en la autocomplacencia compulsiva

de darnos cada día el mínimo consuelo

de un pequeño capricho.


Siempre
nos quedará,

por suerte,

El Corte Inglés.


Por senderos de niebla vespertina


Cuando vas caminando

por senderos de niebla vespertina,

no conviene volver la vista atrás,

se entristece el espíritu

al ver cómo te siguen , igual que perros fieles

las sombras de tus sueños.


Solo te cabe andar rumbo a la noche

con ese paso humilde, que procura

no lastimar las piedras que el destino

puso bajo su pie.


Dejando que tus ojos

se enreden en las zarzas de todos los ribazos

y que bajo el influjo sanador

de una suave mirada compasiva

se conviertan en lirios.


Sintiendo que es posible

que aún quede un atisbo de esperanza

y antes de que el día agonizante

traspase el horizonte

salga un rayo de Sol y te descubra

alrededor la magia de un campo de genistas.


Taller de palabras (Futilidad )


 

¿Un taller de palabras?

¿ Dónde ? ¿ Cuándo?
Maletilla que soy me lanzo al ruedo
sin buscar otro triunfo transitorio
ni temer otro daño más durable
que algún buen revolcón.
Y traigo ya curtida
la piel de tanto envite y los oídos ,
gracias a dios y al tiempo algo atorados
por tanto irrepetible guirigay

¿Música dices?
Suenan los clarines
y siempre me estremezco ,sangre y saña
evocan los sonidos y a la tarde
que destila tristeza y va muriendo
mientras deja detrás muertes secretas
no lloradas,
sin duelo
sin memoria
mientras los otros ríen
y acopian indolencia y acomodo
y fingen ignorarlo.

Pero si es ese el juego,que no cese
por mí el ritmo, me avengo a la propuesta
de La Traviata, alzad alto las copas
repletas de bemoles y brindemos
por la fugacidad.

Pero el azul, ni hablar, que al cielo hace ya tiempo
lo exoneré de hacerme más de patria
y el mar es tan hermoso que quisiera
guardármelo en los ojos sin un roce.

De vino y de crepúsculo
me cuadra a mi vestirme
grana y oro,
disfrazándome el miedo enmudecido
que busca callejones sin salida
para volverse llanto.

De grana y oro...,
pero yo me elijo
verde y plata
y repujada en Luna y alamares
que para eso tengo libertad.

Y ya puestos así, vamos de fiesta
de palabra en palabra de por vida
hasta que se nos caigan los pedazos
del alma por los dedos o nos reintegre
algún verbo al toril.

Y a todo ésto...ahora que lo pienso
¿ Para qué coño sirve
un taller de palabras...?
Supongo que será para contarse...

Pero luego resulta
que cada quien se cuenta como puede,
le va la vida en ello,y casi siempre
más mal que bien,se cuenta a su pesar.


A veces no hay excusas

Las ingles de Allfonsina...
o el falo de Rimbaud vienen al mismo
cuento de la demencia con aplomo,
del discurso disperso que nos sirve
para escapar del círculo letal
del camino aprendido en que adolecen
de frío las estrellas que quisiste
encender en tu aliento cierto día.

O el pubis
de Baudelaire y el codo de Neruda,
o la lengua en adobo de excelencia
de Gabriela Mistral...
todo son viejos fósiles, que acaso
hagan Historia escrita con mayúsculas,
pero nunca te alcanzan
para escribir la tuya, la que importa.

Porque ellos
ya tocaron el cielo con su escala
de letras musicales

Y para tí
aquí y ahora, al fin te has dado cuenta,
las escaleras tienen el empeño
de llevar siempre abajo.

Es un dolor inútil
bucear sin careta a herida abierta
en los pozos más negros de la hondura.

Es preferible perecer ahogado

respirando a placer futilidad.



Antojos


 

La Luna, yo la quiero desnatada...


El cielo me lo pintas de lunares,
y el helado de lima

y de despechos rancios me lo sirves

con un poco de menta en el copete...

Hoy vengo con antojos.

Hoy traigo la preñez de un verso oscuro
a punto de alumbrarme por la boca
no sé si astros o constelaciones,
o guijarros de río
o sapos y culebras
o pedazos
de la verdad que tengo amordazada
y que me está asfixiando de por vida.

Porque es un verso que se dice solo,
porque es un verso que se engendra solo
sin más esperma que el de tu silencio,
en la misma región de mis estragos.

Porque es un verso que se pare solo,
sin más partera que mis rebeldías,
lo mismo que se paren por las grietas
que hieren a la tierra los volcanes,
y se va derramando mansamente
despeñadero abajo de mi paisaje abrupto
hasta dejarme exangüe de asperezas.

Yo, la mujer estoica,
yo, la mujer sombría,
la que se quiso árida y estéril
a fuerza de negarse
hoy sabe que perdió todas sus armas
ante esa rendición que es la ternura.

Que aunque es un verso que yo nunca he pedido
no tengo más remedio que arroparlo
porque es mi sangre y tus puñales lleva.

Por eso
caramelízame los sinsabores,
ilumina al pastel todos mis lunes
y me sirves
poemas confitados en bandeja.

Que hoy vengo con antojos.

Que acabo de parir un verso absurdo
contrahecho y zaíno...

...pero trae la música
de una estación de lluvia y redenciones
bailando en sus acentos.

Y aun siendo un verso insólito

merece ser amado,

ciertamente...



Dios del amor




Ir recreando 
paraísos perdidos 
de sueño en sueño.


Sacas billete 
para el cielo y acabas 
en el infierno.


Un cuerpo a cuerpo 
sin cuartel y una dulce 
doble victoria.