miércoles, 7 de abril de 2021

Taller de palabras (Futilidad )


 

¿Un taller de palabras?

¿ Dónde ? ¿ Cuándo?
Maletilla que soy me lanzo al ruedo
sin buscar otro triunfo transitorio
ni temer otro daño más durable
que algún buen revolcón.
Y traigo ya curtida
la piel de tanto envite y los oídos ,
gracias a dios y al tiempo algo atorados
por tanto irrepetible guirigay

¿Música dices?
Suenan los clarines
y siempre me estremezco ,sangre y saña
evocan los sonidos y a la tarde
que destila tristeza y va muriendo
mientras deja detrás muertes secretas
no lloradas,
sin duelo
sin memoria
mientras los otros ríen
y acopian indolencia y acomodo
y fingen ignorarlo.

Pero si es ese el juego,que no cese
por mí el ritmo, me avengo a la propuesta
de La Traviata, alzad alto las copas
repletas de bemoles y brindemos
por la fugacidad.

Pero el azul, ni hablar, que al cielo hace ya tiempo
lo exoneré de hacerme más de patria
y el mar es tan hermoso que quisiera
guardármelo en los ojos sin un roce.

De vino y de crepúsculo
me cuadra a mi vestirme
grana y oro,
disfrazándome el miedo enmudecido
que busca callejones sin salida
para volverse llanto.

De grana y oro...,
pero yo me elijo
verde y plata
y repujada en Luna y alamares
que para eso tengo libertad.

Y ya puestos así, vamos de fiesta
de palabra en palabra de por vida
hasta que se nos caigan los pedazos
del alma por los dedos o nos reintegre
algún verbo al toril.

Y a todo ésto...ahora que lo pienso
¿ Para qué coño sirve
un taller de palabras...?
Supongo que será para contarse...

Pero luego resulta
que cada quien se cuenta como puede,
le va la vida en ello,y casi siempre
más mal que bien,se cuenta a su pesar.


A veces no hay excusas

Las ingles de Allfonsina...
o el falo de Rimbaud vienen al mismo
cuento de la demencia con aplomo,
del discurso disperso que nos sirve
para escapar del círculo letal
del camino aprendido en que adolecen
de frío las estrellas que quisiste
encender en tu aliento cierto día.

O el pubis
de Baudelaire y el codo de Neruda,
o la lengua en adobo de excelencia
de Gabriela Mistral...
todo son viejos fósiles, que acaso
hagan Historia escrita con mayúsculas,
pero nunca te alcanzan
para escribir la tuya, la que importa.

Porque ellos
ya tocaron el cielo con su escala
de letras musicales

Y para tí
aquí y ahora, al fin te has dado cuenta,
las escaleras tienen el empeño
de llevar siempre abajo.

Es un dolor inútil
bucear sin careta a herida abierta
en los pozos más negros de la hondura.

Es preferible perecer ahogado

respirando a placer futilidad.



No hay comentarios:

Publicar un comentario