domingo, 18 de noviembre de 2018

Instinto básico



Hoy sé que aunque no quiera
me toca , verso a tópico,
lo típico,
contarme nuevamente

Que tengo que airear
la aprensión con que siento
que me voy diluyendo cómo un azucarillo
en el café amargo
que me toca beberme cada día.

Apenas si me llega mi dulzor
para disimular
que la vida pretende dejar sobre mis labios
los sabores acíbares y oscuros
de la desesperanza y la tristeza.

No sé qué impulso agónico
de emoción exprimir de mis venas resecas
ni que última gota de pasión ordeñarme
de mi alma extenuada...

Pero existir,
en la ferocidad
 del instinto implacable de la supervivencia,
sigue exigiendo a diario
su ración esencial de verso y de ilusión.

Ya veré la manera de expoliarme mañana
las cadencias risueñas que duermen en mi aliento.