Escucha...
¿ No es es otra vez el mirlo
ese que canta ?
Sigue,
tal como siempre ,ahí,
empecinado ,
en enseñarnos la mejor manera
de celebrar que llega de nuevo la mañana.
En su simpleza intuye
que no puede existir en este mundo
un corazón tan triste que no guarde recuerdo
de las viejas canciones,
aquellas que cantabamos en buena compañia
al amor de la lumbre,
que al tararearlas todavía nos dejan
prendido entre los labios
un eco de esperanza .
Y un sabor agridulce,
añorante de un tiempo más dichoso
en el que aún volar en pos de nuestros sueños
nos parecía un hecho natural
y un bien irrenunciable .
Luego la vida viene como viene
y exige lo que exige
y arrasa lo que arrasa...
Y de tul ilusión ya nos nos queda
ni una mísera pluma.
Si al menos resultase más ligero
el peso de los lastres que los años
nos ponen en la espalda....
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Hay ratos de zozobra
en que el cielo parece
cada vez más distante y más sombrío.
Menos mal que no cupo
la palabra "rendirse " en el diseño
de la estructura intrépida del alma.
Y no hay quien asegure
que no puedan llegar a conquistarse
hermosos y lejanos horizontes
dejando que despeguen las volanderas alas
de la imaginación...
Un pajaro es un pajaro, aunque cante
metido en una jaula