sábado, 16 de enero de 2016

Comunión


Dueles, ajeno dolor,
tanto a mis ojos, si miran,
que la mirada retiran
con respetuoso pudor.
Maldito el espectador
insensible, que ante el hecho
de un igual, que su maltrecho
ser le muestra, lo inclemente
de un acerico no siente
punzarle  dentro del pecho

Nunca llega a consolar
la palabra ,aun siendo grata,
el rigor que desbarata
cuerpo y alma sin cesar.
Lo que sí suele aliviar
hasta el más desgarrador,
cruel tormento ,y su estertor
acalla siempre ,es el puro
bálsamo tibio y seguro
de una mirada de amor.

Y más cercano,esa amable
caricia suave del tacto
tembloroso, en un  contacto
piel a piel indispensable.
Pues dejémosle que  hable
en silencio y comunión,
Mucho más que compasión,
ese gesto de consuelo
pregona " Todo tu duelo
le duele a mi corazón".


Viejos enemigos


El mundo queda ahí, del otro lado
del oscuro cristal,  con celo acecha,
pues quiere seducirme y se pertrecha
 de Dior,pero , por mí, puede esperar sentado.

Vivo en mi propio cosmos satisfecha,
y a él lo tengo ya muy bien calado...
después de prometer pan regalado
en lágrimas se cobra la hiel de su cosecha.

No me importa pagarle aquel tributo
de desnudez que pide, sin pecado,
la carne es solo carne, pura inocencia en bruto.

Y el diablo ! Qué se joda!  que ha caído
en la trampa de siempre y me ha comprado
un alma inmaterial que yo nunca  he tenido.

Qué viva el sinsentido!!
Soy la loca que todo la trasgredo...
¿ Y qué le voy a hacer ,si nunca tuve miedo?




viernes, 15 de enero de 2016

De vuelta



No necesito hacer ya ningún gesto.

Los aspavientos sobran.
Ni miedo ,ni sorpresa,
ni un temblor que sugiera que te pido una pizca 
de conmiseración

Nos entendemos bien los que venimos
de vuelta .

Yo, en la altiva
tozudez de la frente ,que desdicen
 los pasos vacilantes,
traigo escrito el anal de los asaltos
en que he quedado en tablas,
punto arriba , desgarradura abajo,
- revolcones por medio-
 con la existencia indócil.

Tú, 
que me vas siguiendo
desde que tengo sombra,
ya caminas copiando mi cadencia
cansada,
ya te inclinas
buscando en la quietud  con que supura
eternidad el barro
tu justificación.

No te hace falta

Entre  nosotras dos no caben los reproches,
sabemos
que cada cual se debe a   las rutinas
   inmutables que  forman su adeene.

Una, a ser  esa mano
ejecutora y frígida que cumple la sentencia
que sin piedad dictó desde el principio
la vida contra todo lo que vive.

Otra ,a ser esa triste y dolorida
imagen del absurdo,
La criatura frágil,
que presume de  cínica y de lúcida 
y que aun así mantiene la esperanza 
de respirar el aire un día más.

Aunque sea este helado 
aliento de un invierno  sin señales
de estelas de   ciguëñas  en el cielo...

Solo pido
que me dejes  llegar hasta a aquel claro
en que el camino ya no es cuesta arriba,
donde se atisba a veces
algún rayo de Sol.

Tumbarme en el mullido 
  tapiz  en  que los tréboles  invitan a soñar
 con que la suerte   es caprichosa y  glauca 
y ha de  andar por ahí,
 sutil ninfa escondida,
a punto de asaltarnos .


Mirar cómo  florecen las caléndulas 
mientras van regresando en bandadas 
-permíteme este último capricho
del tópico gastado-
las oscuras,
alegres, bulliciosas
y muy desorientadas golondrinas.

Déjame allí, absorta en los rumores
de la serenidad
mientras la brisa dice a las alondras
" Callad..., está dormida..."

Sigue tú  por la senda que lleva hasta el lindero
en que espera, magnánimo , el olvido.

El mío llegará
como lluvia en Abril,
que se apresta ser pasto del hambre
 insaciable y perenne de la tierra ,
puntual y dócilmente.

Silencioso y envuelto en un perfume
embriagador de lilas.

lunes, 11 de enero de 2016

Isla Natividad


Debe estar hacia el Sur...

Hacia allí van las aves,
que siguen a su instinto y nunca se equivocan,
en cuanto arrecia el frío

De allí vienen
los cálidos arrullos, los rumores
de promesas y aromas.

Es la necesidad,
la náusea ante el salobre mar de la indiferencia,
la que acaba volviendo indispensable
su sólida virtud.

Es mucho más
que una premonición, que la memoria
oscura de lo mítico.
Sé 
que existe un archipiélago  
en que habitan los solos,cada cual en su islote
y el dios hecho palabra en el de todos,
capaces de sentirse vibrando en comunión.

Sé que me debo
a la utopía de seguir  la estela
que en la espuma dejaron  los que me precedieron
y ahogarme si es preciso
hasta dar con la estrella que señala su Norte.

Hoy pongo rumbo a ti,
Isla Natividad.

Tu luz , allá a lo lejos,
no importa en qué mitad de qué negrura,
hacen prometedor el horizonte.