jueves, 4 de abril de 2024

Los poetas que no amaban a la Poesía



Quisiera suponer que, a su manera,

también ellos la aman.


Pero sin duda es un modo extraño

de amar,

puedo admitir

que andar prostituyéndola, poniéndola al servicio

de las causas prosaicas

y haciendo que su lengua

se retuerza, se trabe y se desdiga

de su naturaleza,

llegue a ser una forma

de conseguir un goce apetecible

para algunos espíritus.


Pero no permitirle que luzca en su esplendor

y aflore su hermosura

y que dance,

al ritmo que le marca

su propio corazón, arrebatado,

cuando siente la música secreta

de la brisa o la lluvia,

resulta de un sadismo innecesario.


Yo la prefiero pura

y liberada

de cualquier servidumbre que no sea

la de ser portavoz de los sentires

más íntimos y auténticos

a base de aprestarse a sublimarlos

con una cobertura de belleza

que hace cualquier drama

o cualquier esperpento digerible.


Podéis llamarme loca

o cursi

o anticuada,

yo siempre he pretendido definirme

mujer sin adjetivos,

que hace fundamento de sus nombres.


He llegado hasta aquí

sin retractarme

y hoy por hoy,

le pese a quien le pese,

quisiera hacerle honor al de poeta.

 

lunes, 1 de abril de 2024

Llaga y candela


 

Siento una llaga urente y no consigo

exprimirle el dolor que la alimenta,

pues, igual que mi piel o mi osamenta,

donde quiera que voy, viene conmigo,


Con tal de soportarla, hasta me digo

que nunca hay mal que un bien no traiga a cuenta,

que su marchamo rojo me ornamenta,

igual que una amapola sobre el trigo.


Candelilla votiva, que encendida

dentro del pecho, en su latir proclama

fervientemente su razón de vida.


Por cada ausencia se prendió tal llama...

Es mal de muchos... sufrirá esta herida

-más pronto o tarde- todo aquel que ama.