viernes, 12 de febrero de 2021

La magia de la luz



Qué magia hay en la luz...Con qué destreza

atrapa lo inefable y transfigura

cada emoción del aire en la más pura

materialización de la belleza.


Ella es así...en su naturaleza

está el magnificar cada textura

  • -no importa si es blancor o si es negrura-

    revelando su esencia y su rareza.


Y yo, ¿qué voy a hacer? si está en la mía

el andarme extasiando noche y día

ante tantas sorpresas que acontecen.


Solo puedo ofrendarles mis dos ojos

y gozar a placer sus trampantojos

de humo hasta que al fin se desvanecen.



Apunte realista


 

No sé si es que leí mal los prospectos

de la vida o es que no traduje

bien su argot, que por mucho que me estruje

las  neuronas, no cuajan mis proyectos.


Cuando a tu alrededor el mundo cruje

al sentir que te fallan lo afectos,

un lindo apunte de los desperfectos

no habrá ningún Da Vinci que dibuje.


¿Quién no tiene en su haber un cataclismo,

virús, error o eructo del abismo

que le ha puesto la vida bocabajo?


Si alguien te viene hablar del optimismo

existencial...pues cógelo allí mismo

y, sin remite,! mándalo al carajo!!!


lunes, 8 de febrero de 2021

El color de la tristeza


 

Un pálido paisaje

con un frondoso bosque de recuerdos,

dulcemente agrisados,

y un prado que malvive hoy a la sombra

de un pasado esplendor,

donde nada florece

desde Mayo hasta Abril.


Eso es lo que se ve tras la ventana

de esta casa vieja que se obstina

en mantenerse en pie

y en conservar

su antigua dignidad.


Lo mismo que su dueña.


Lo cierto es que resulta

un ejercicio ingente de tesón

y voluntad heroica,

porque ¿a quién le apetece

peinarse con esmero,

sacudir las alfombras,

pintarse de carmín los labios mustios,

y limpiar los cristales

-por más que ayer llovió-

cuando nadie te ve...?


Cuando a nadie se espera.


Qué densidad adquieren los silencios

cuando nunca los rompe

el gorjeo de un pájaro,

la risa de algún niño,

dos voces que discrepan...


Habito en un paraje solitario,

que poco a poco adquiere los matices

del lánguido color de la tristeza.




Verdadero placer ( Hacer “ Literatura” )


 

Ya lo sabes,amor,

no me hagas caso,

a mí esto de sentir intensamente

y de andar desviviéndose por alguien,

me gusta porque sirve

para poder hacer literatura.


Me temo que he nacido

para vivir estando dolorida,

de la piel al cabello

de la sangre a las uñas

de puro apasionada,

por eso, si me dejan,

elijo como cruz de mi suplicio

y de mi redención

el enamoramiento.


Qué insidiosos,

qué refinadamente agudos y sutiles

son esos alfileres de la duda,


De qué modo tan cruel

se clavan en mis sienes

y me inspiran

una balada a base de suspiros

en mis noches en vela.


Qué abrasantes

y gozosas las horas

en que vuelve mi fe

y creo que completo a mí me perteneces.


Qué largos los minutos

  • - y qué dulces -

    en que me enfrasco en anticipaciones,

    pensándote en silencio.


Qué arrasado

ese bendito instante

en el que al fin te tengo frente a mí,

notando que tu aliento me desea,

gozando las caricias de tus manos

y los besos sedientos de tu boca

y al fin nos reunimos

en uno

como hacen

los más desenfrenados

y más tiernos amantes.


Después, cuando rendidos

dejamos que el sopor, que nos sorprende

felices y abrazados, nos vaya adormeciendo,

llega el placer mayor.


El de idear los versos de satén

y llamarada con los que , al contarlo

se perpetúe tanta vehemencia.


Para que la emoción de conocernos

tú y yo,

materia viva,

capaz de florecer en un nosotros,

 trascienda

 y  ya no sea

breve flor de un momento.


Yo soy de los que  existen, sueñan, ríen,

sufren y aman

para poder hacer  Literatura...


Pero  nada me invento.


 Discreta y sobriamente,

 mi palabra 

apenas se limita

 a contar mi verdad .


A desgranar en rojo 

sobre el blanco, que todo lo soporta, 

de un callado papel,

la fruta azucarada,

prieta

 y madura  

 de mis sentimientos.



 .



Lo imposible





Hay un rumor que llega desde lejos,

de allí donde quedaron olvidados

ciertos sueños ingenuos y dorados

hasta que se oxidaron sus reflejos.


Acaso existirán, disimulados

en los pliegues del tiempo algunos viejos

agujeros en los que los vencejos

se cuelan sin haber sido invitados.


Llegan porque un olor a savia verde

y sangre en celo sobre al aire flota

y acaba siendo imán irresistible.


Poso a poco su levedad se pierde

suspirando y admiten su derrota:

volver atrás, de siempre es imposible.


Tertulias (Diarreas mentales)

 


Hoy se estila hacer debates

sobre todas las cuestiones,

se ve que buenos ingresos

dan a las televisiones.


Que chorro de verborrea

se gastan los tertulianos,

tal derroche de energía

debe estar muy bien pagado.


Del virus, de la política,

del Rey...! de Dios, si hace falta!,

cualquer temática es buena

para formar la tangana.


Muchos dimes y diretes,

desplantes, piques, enfados...,

aunque de lejos se ve

que son litigios pactados.


De izquierda, centro o derecha

vocean sus opiniones,

pues de eso, como culos,

hay de todos los colores.


Hablar solo por hablar,

hablar por no estar callado,

por el afán de ofender

al que está enfrente sentado.


Y al final de la refriega,

¿qué han conseguido con esto?

Agregar más confusión

a un clima social muy tenso.


Mañana, más de los mismo,

!que no cese el espectáculo!

menos mal, que , pese a todo,

seguirá el mundo girando.


Palabras , solo palabras

grandilocuentes, vacías...

No hay quien encuentre una idea

entre tanta ideología.


Cien leguas


 

El barro es frágil.


Pero a pesar de eso, en cuántas ocasiones

le puede la soberbia


Y es tanto más culpable

cuando conoce bien

que solamente es polvo peregrino

qué importa si es de estrellas-

amasado con lágrimas.


Qué pronto que lo olvida

el que se cree cántaro

al que no falta el agua de una fuente,

jarrón en que las rosas de cada primavera

alegran los salones,

ocarina,

de vientre destinado

a que lo preñe el aire de esa música

inspirada y perfecta...


Andar así,

subido en unas ínsulas que son tan quebradizas,

hollando,

sin mirar si le duele,

lo gris y lo pequeño ,

lo humilde, lo sencillo...

no es la mejor política, cuando es el viaje largo

y la senda azarosa,


Porque luego, temprano antes que tarde,

la vida siempre pone

las cosas en su sitio


Nunca te olvides , piedra, del pie que te pisó.

No le tengas piedad cuando la llaga

certifique en su planta la derrota.


Y todavía tenga por delante

- así expían los hombres su arrogancia-

cien leguas de camino.


Y sea cuesta arriba.


Y lleve, a esas alturas,

su cruz pesada a cuestas.

Mihura


 

La vida viene de frente

embistiendo como un mihura

la vida puede ser dura,

cabrona e intransigente.

La vida es de aquella gente

que muestra fiera su agalla

pues sin tirar la toalla

y luchando hasta la muerte

consigue, si tiene suerte,

ganarle alguna batalla.


Estar vivo es conjugar

cualquier verbo en un presente

obstinado y recurrente

en todo tiempo y lugar.

De poco sirve mirar

hacia atrás , pues el pasado

no regresa, se ha quedado

obsoleto, hacia adelante

hay que ir con un talante

resuelto y esperanzado.


¿Quién no apuesta a su futuro,

como pide el corazón,

que no entiende de razón,

hasta su último duro?

El perder tiene seguro,

pero si no ¿ qué nos queda?

Vivir en esta almoneda

de ruindades a granel

donde solo gana aquel

que más miente o que más pueda.


Hay que creer que se puede,

si se quiere de verdad,

lograr que la humanidad

mejor porvenir herede.

Hagamos lo que procede:

buscar lo que nos hermana

y lo que restaña y sana

la Naturaleza herida

y menos brava la vida

habrá de sernos mañana.


Mirar de frente


 

Mirar de frente, es tan duro a veces...

suelen herirnos tanto las verdades...

¿ Qué derecho tenemos a ser jueces

del que renuncie a ver sus realidades?


Pero ¿en qué gran bazar, haced memoria,

venden los lapiceros milagrosos

con que redecorar su gris historia

con pasajes más plácidos y hermosos?


Qué descorazonador resulta el vano

esfuerzo por pintar de purpurina

el dolor, que fue un hecho cotidiano.


De negar la exquisita escabechina

de sueños sin granar que de su mano

hará el tiempo feroz que se avecina.


Vivir nos predestina

a aceptarnos vencidos de antemano.


Y si no es ahora




Después de pelearse, tan a brazo partido,

con la vida, hasta el borde del desfallecimiento,

¿Quién hay que no ambicione recobrar el aliento,

mientras dentro del pecho se aquieta su latido?


Yo le mantuve el pulso, pero que lo he perdido

hoy me predice el aire con su temblor friolento,

y, si no es ahora, ¿Cuándo será el momento

de iniciar el regreso hasta el calor del nido?


Allí donde el rumor de un mal presentimiento

lo acallan los arrullos , donde no existe un ruido

que distriga al espíritu y florece el olvido

benefactor, que ignora cualquier resentimiento,


En el que abandonarnos al ensimismamiento

y volver a soñarnos los que habíamos sido.