miércoles, 2 de enero de 2019

Ventanas cerradas



Mi vida es una casa de ventanas cerradas
dónde  bandadas  tristes de pájaros afónicos
no encuentran el motivo para seguir cantando
al despertar anémico de mañanas sin sol.

Ha aprendido su idioma y hablo a las paredes
en voz casi inaudible , intentando soñar
que ellas sí me entienden y que en cualquier momento
se pondrán a contarme sus propias pesadumbres.

Voy dominando el arte de la supervivencia
a base de negarme mis íntimas verdades
y olvidarme de ir contando mis renuncias.

Lo que aún no consigo es lograr persuadirme
al llegar cada noche de que he sido feliz
y que ignore la almohada a qué saben mis lágrimas.



Silencio gris



Mueve la brisa
las ramas de los pinos
y tiembla el pájaro.

Pluma aterida
en busca del refugio
que ofrece el árbol.

Es engañoso
el rayo que regala
el Sol de Enero.

Cielo de plomo
que solo inspira al ave
un gris silencio .

Pulgarcita ( Rastro)




Voy por la senda de las estaciones
sin mirar hacia  atrás, sin hacer tratos
con un pasado lleno de retratos
que son hermosas falsificaciones.

Consciente de que hará mis pasos gratos
aligerarlos , sin más dilaciones
voy vaciando baúles y cajones
y jubilando bolsos y zapatos.

Pero aun así, no sé por qué razones ,
guardo poemas viejos y nonatos
en los bolsillos de los pantalones

Y aunque sé que son claros candidatos
al olvido , por todos los rincones
voy dejando su rastro de ígneos arrebatos.

Los caballeros las prefieren rubias ¿ Doris Day?



Yo nunca he sido una mujer fatal
que devora a los hombres, les obliga
a hacer su voluntad y que en la liga
lleva oculto un puñal

He sido una muchacha muy normal,
hacendosa , modosa , buena amiga...
Mi Doris Day perfecta, -habrá quién diga-
ingenua e ideal”

Nunca estuvo en mi mente
pedir la Luna a nadie o que en la frente
se tatuase mi nombre por bandera.

No sé cómo habrá habido
tanto galán que haya pretendido
a mi lado pasar la vida entera...

Se me encendió el fusible!.
¿No será que cualquier varón prefiera
una “ rubia” , algo tonta a ser posible?






lunes, 31 de diciembre de 2018

Estación de llegada




Es duro,
cuesta tanto
mirar de frente,
ver
la realidad desnuda...

Cuesta reconocer alguno de tus sueños
en su piel colgandera
en sus huesos marcados,
quién diría que tuvo ,
nueve lustros y cien duelos atrás ,
algún que otro destello de ilusión
esa mirada huidiza,
que sabían a fresa los besos de esa boca
en que no queda un diente.

Se resisten
el ánimo y los ojos

No es un paisaje amable,
pero es
el único que tienes.

Hay que seguir mirando ,aunque te duela,
hay que seguir andando,
porque los pies se mueven
a fuerza de rutina
y determinación

Hay que intentar llegar
a la última posta,
tal como dicen el miedo y la prudencia
en el palmario libro de instrucciones
escrito en tu adeene.

¿ Hay qué llegar?

¿Hay que dejarse el alma ,
la alegría
y hasta la dignidad en el intento
aunque no haya medalla que colgarse?

¿ Hay que llegar ?
¿ A dónde?
¿ Para qué?
¿A la estación en la que solo llueve,
para que nadie alcance a ver así
el color de tus lágrimas?

Tengo los pies cansados.
y las alas anémicas de un corazón vencido
apenas ya si pueden
seguir la estela pálida que deja la esperanza.

Solo quiero pararme,
descansar,
hallar un prado verde a la orilla de un río,
tumbarme bocarriba mirando las estrellas
y dormir para siempre.

¿Hay que llegar,
pregunto,
-me pregunto-
    aunque nadie te espere?





Invernal



Volaron ya los pájaros que había en mi cabeza
No les queda ni un pétalo a mis rosas de té
Todo se ve tan nítido cuando el invierno empieza...
Y es todo tan distinto a como lo soñé...

Qué indefensión aguarda al que solo les reza
a sus dioses domésticos – y con no mucha fe-,
debe ser un milagro que de una solo pieza
este cuerpo cansado aquí siga, de pie.

Sin verter una lágrima, sin pedir un respiro
a la vida que aprieta,ni  exhalar un suspiro
o caer en los brazos de la autocompasión.

Solo suplico al cielo que el frío no se lleve
las alas de mi risa y si llega la nieve
florezca en su blancura la paz del corazón.

domingo, 30 de diciembre de 2018

La memoria de la piel



La piel tiene memoria, escarmentada
de la caricia que esperó transida
y  que acabó volviéndosele herida,
ahora no se arriesga ya por nada.

A la piel no le vengas con el cuento
del roce sanador , que te acelera
el fluir de la sangre y la frontera
de las pieles derriba  en un momento

Muy trabajosamente ha conseguido,
llaga a llaga , agenciarse una armadura
tras la que preservar lo más querido.

No aguanta ya la piel más cicatrices
y prefiere añorar en su clausura
el tacto de otros tiempos más felices .


Sonrisa pintada




No en todo lo que brilla hay alegría 

J. Eugenia  Díaz


No todo lo que brilla es alegría.
A veces el fulgor solo es señuelo
que no nos deja ver que anida el duelo
tras su espectacular orfebrería.

No es una cuestión de hipocresía,
se trata de vestir de terciopelo
la aridez de la vida , armar revuelo
para ahuyentar cualquier melancolía.

Nadie debe juzgar por impostado
ningún semblante histriónico y jocundo,
se debe celebrar de enhorabuena .

Y es que conviene andar ya bien llorado
por los valles de lágrimas de un mundo
en el que cada quién  carga su pena.