Sin poderlo creer, ebrio de euforia,
el buen aficionado madridista
festeja con pasión esta victoria
tan incontrovertible e imprevista.
Siente que saborea ya las mieles
de la decimocuarta copa ansiada
!Que vayan preparando la Cibeles,
que tal celebración será sonada!!!
Lo lógico es que, aupados con millones,
remonten y confirmen sus blasones
en la gesta que siempre se recuerda.
Sin quitarles su mérito, yo apuesto
por el triunfo moral de lo modesto
y digo, ! Viva El “ Alba”, manque pierda!!!