! Vade retro!!, no deseo
que te acerques, primavera,
ni quiero oír a mi vera
tu vacuo campanilleo.
Porque ya nada me creo
de ese cielo de ilusión,
con sus nubes de algodón,
que alegres tardes promete
y luego en un periquete
te manda un buen chaparrón.
Tampoco aprecio las flores
que recubren las praderas,
que luego son traicioneras
y nos causan sinsabores.
Empiezas con los picores
y el moquillo en la nariz
y al poco toma un cariz
irritante, que los ojos
te acaba poniendo rojos
y te sientes infeliz.
Pero con ser un coñazo,
no es la alergia lo peor,
lo pésimo es que el amor
se empeñe en echarte el lazo.
Hay quien lo llama flechazo
pero es una estocada
alevosa, ejecutada
con la pérfida intención
de dañarte el corazón
una buena temporada.
Conque no cuentes conmigo
para cantarte alabanzas,
de tus múltiples andanzas
tramposas fui ya testigo.
Por eso, a los gritos digo
! Vade retro!, que me impones,
primavera, sensaciones
que hacen mi vida insalubre.
Mil veces prefiero a Octubre
con sus sosegados dones.