domingo, 31 de diciembre de 2023

Renuncia



 



Echo en falta sentir

el arrullo del mar.


Y el suspiro incendiado de jazmines

que las noches de estío nos regalan.


Y poco más.


La luz,

fatuo esplendor corpuscular que tiembla,

me lastima los ojos y perturba mi espíritu.


¿Qué es real y qué

es fruto de mi mente?


Siento con claridad

que mi vela se apaga.


Cuando se acabe el pábilo,

¿qué aluvión de sorpresas,

tapizadas de pétalos o espinas,

hambrientas y acechantes nos aguardan?


Renuncio a mi derecho cuestionable

a ir de sobresalto en sobresalto

por conquistar el mundo de lo oscuro,

al que, al igual de todos,

he sido condenada


Solo quiero pedir un último deseo:


Que al traspasar el límite

allá, del otro lado,

ojalá solo exista el Reino venturoso,

sosegado,

y perfecto

de la nada.