sábado, 6 de mayo de 2023

Noctámbula


 

Me resultan hostiles las mañana.


Hay demasiada luz.


Los ojos pueden ver con claridad

la belleza que existe en el mundo exterior,

la decadencia estética que acumula el ambiente

de ventanas adentro.


Puedo cerrar los párpados.


Pero ¿cómo desmonto sin romperla

la arquitectura frágil de mis paisajes íntimos?


He probado a dejar de perseguir

mis sueños imposibles

y a abrazar mis fracasos

-no sé lo que más duele...-


A domar mis impulsos.

A reducir mi sensibilidad

hasta llevarla al borde del letargo.


A dejar de apegarme a mis afectos.


A base de negarme

-ahora me doy cuenta-

apenas si palpito.


Si respiro.


Soy la sombra noctámbula

que en mitad de la noche más larga y más oscura

escribe versos tristes


Es el precio que pago

por ir sobreviviendo.


viernes, 5 de mayo de 2023

Llegada



 


Llegan de allí, de dónde

solo a muy duras penas se recuerda

como un eco impreciso una palabra alegre,

hecha de luz, que suena

a música:

Esperanza.


Llegan cruzando mares, montañas y desiertos,

desde el confín penúltimo de la Tierra de Nadie,

que Dios les regaló

y otros se apropiaron.


En sus ojos, la estela

de oscuridad, tristeza y desconcierto

que marca a todo ser

que ha perdido a su madre.


Llegan, a ver si encuentran

algo de abrigo aquí.


Reciben una manta,

una comida

un techo...

-no existen por ahora

sonrisas enlatadas-


Albergan la ambición de conseguir

humana calidez.


Todavía no saben

que acaban de acceder al territorio adusto

de los indiferentes,

de los fríos

de corazón,


Al Reino de los Solos,

donde todos- a golpe de guión-

simulan que se abrazan.


miércoles, 3 de mayo de 2023

El mayear de un corazón añoso


 

El mayear de un corazón añoso



Mayear añoso


!Mayo glorioso, piel reverdecida!,

tocaría hoy decir, con un muestrario

de gozos en la voz agradecida,

tal cómo nos reclama el calendario.


Jaculatoria del devocionario

de la rutina preestablecida

obviando, en un envite temerario,

qué hija de puta puede ser la vida.


Señuelos de la luz y los olores

te tiende por doquier y sobreactúa

con la vistosidad de sus folclores.


Así, en el corazón, es milagroso

si todo raso no se vuelve púa.

Es lo que tiene un mayear añoso...




Triste jubilación


Amar, ya no amo más, aletargado

está mi corazón de lo aterido

y falto de vigor como ha quedado

después que entre pasiones hubo ardido.


Que se le considere jubilado,

con plena convicción ha decidido,

es querer ejercicio muy cansado

y por nadie acelera hoy su latido.


No importa si carente de ilusiones

no encuentra excusa para el rapto ameno

en el tiovivo de las emociones.


Acaso ser feliz solo consiste

en un vivir sin ansias, más sereno

y – por qué no decirlo- algo más triste.




Melancólica piel


Al corazón, que oía los tremores,

anuncio de inminente cataclismo,

fue fácil tunearle los sensores

y volvió a ser el dueño de sí mismo.


El alma, que espulgaba desamores

fruto de su irreal romanticismo,

abrazó convencida los valores

fríos y cautos del escepticismo


Pero a la piel vital, que todavía

los desafectos no volvieron roca

y reclama caricias cada día,

a ver quién ese fuego le sofoca...


Arder y ser ceniza es lo que toca

e irse aventando con melancolía.