miércoles, 3 de mayo de 2023

El mayear de un corazón añoso


 

El mayear de un corazón añoso



Mayear añoso


!Mayo glorioso, piel reverdecida!,

tocaría hoy decir, con un muestrario

de gozos en la voz agradecida,

tal cómo nos reclama el calendario.


Jaculatoria del devocionario

de la rutina preestablecida

obviando, en un envite temerario,

qué hija de puta puede ser la vida.


Señuelos de la luz y los olores

te tiende por doquier y sobreactúa

con la vistosidad de sus folclores.


Así, en el corazón, es milagroso

si todo raso no se vuelve púa.

Es lo que tiene un mayear añoso...




Triste jubilación


Amar, ya no amo más, aletargado

está mi corazón de lo aterido

y falto de vigor como ha quedado

después que entre pasiones hubo ardido.


Que se le considere jubilado,

con plena convicción ha decidido,

es querer ejercicio muy cansado

y por nadie acelera hoy su latido.


No importa si carente de ilusiones

no encuentra excusa para el rapto ameno

en el tiovivo de las emociones.


Acaso ser feliz solo consiste

en un vivir sin ansias, más sereno

y – por qué no decirlo- algo más triste.




Melancólica piel


Al corazón, que oía los tremores,

anuncio de inminente cataclismo,

fue fácil tunearle los sensores

y volvió a ser el dueño de sí mismo.


El alma, que espulgaba desamores

fruto de su irreal romanticismo,

abrazó convencida los valores

fríos y cautos del escepticismo


Pero a la piel vital, que todavía

los desafectos no volvieron roca

y reclama caricias cada día,

a ver quién ese fuego le sofoca...


Arder y ser ceniza es lo que toca

e irse aventando con melancolía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario