martes, 15 de marzo de 2022

Teoría y práctica del hecho amatorio

 


Morirse por amor es tontería.

Porque , ¿qué ganas tú si es que te mueres?

¿ ser mártir? ¿merecer tu hagiografía?

¿Subir al cielo envuelta en misereres?


Mientras, no creas que ante algún tranvía

tu amado acabe con sus padeceres,

más bien se buscará otra compañía

con que desvencijar nuevos somieres.


Romanticismo de guardarropía,

es ese que propugna los quereres

que desgranan suspiros de agonía

al consumarse en lechos de alfileres


Tal cuento nos tragamos todavía,

-que así de idiotas somos- las mujeres...


Lo digo yo, que sé la teoría,

pero luego,en la práctica, no hago los deberes.

Nido


 

Ya no busco el amor, aunque quisiera

sentir su rebullir efervescente

al llegar cada nueva primavera.

despertando mi piel tímidamente.


Pero he amado y sé que su quimera

trastorna tus sentidos y te miente

con amabilidad tan traicionera

que te embauca y te hiere doblemente.


Yo no busco el amor, busco una mano

de carantoña tranquilizadora,

capaz de regalar calor humano.


Busco unos brazos donde abandonarme,

que sepan ser mi nido hasta esa hora

en que la muerte llegue a reclamarme.

Como pájaro sin nido

Como pájaro sin nido,

desorientado, friolento,

así es cómo yo me siento,

desde el día en que te has ido.

Se me encoge, dolorido,

el corazón, se dijera

que no encuentra la manera

de palpitar y desmaya

si otro junto a él no ensaya

un pregón de primavera.


Un pregón de primavera

por el aire se insinúa

y es lo mismo que una púa

que la carne me lacera.

Porque por mucho que quiera

apostar por el olvido

y acelerar mi latido

celebrando la alegría,

solo tirito en la umbría

como un pájaro sin nido .