No
puedes resistirte.
Como
claudica el día,
como
cede
la luz
protagonismo a las tinieblas ,
y la
estación de plenitud,
tan
pródiga
en
pétalos de todos los colores,
acaba
fatalmente sepultada
bajo el
sudario de las hojas muertas ,
también
nosotros vamos sucumbiendo
a
erosión del tiempo y su inclemencia.
Aquellos
ojos de mirada audaz
que
buscaba horizontes que rendir
¿en
que hondura lacustre de tristeza
han
ahogado su brillo?
Aquellos
labios
llenos
de juventud
y tan
repletos
de
sonrisas, de besos, de canciones ,
de
versos y palabras predispuestas
a
conquistar el aire como pájaros
de alas
impulsivas
¿hay quién se acuerde ya de cómo eran?
Y todas
las vivencias, que nacían
de un
corazón indómito, enfrascado
en
sentir,
en
soñar,
en
prodigarse
en
ganarle batallas a la desilusión,
¿cómo
es que no son flores abiertas
condecorando
el pecho?
Apenas
hoy si son
halos
de bruma,
destellos
oxidados de un antiguo esplendor
que
llenan de nostalgia los rincones
en la
memoria anémica.
Los
recuerdos,
el
genio,
la
figura... ,
todo se
va perdiendo
en la
larga contienda de la vida.
Es esa
sensación indefinible
de
gratitud y de alegría inmensa
porque
una vez pudimos y supimos
amar sin condiciones,
amar sin condiciones,
y
alguien de igual modo nos amó,
lo
único valioso que nos queda .