miércoles, 1 de mayo de 2019

Lo que queda




No puedes resistirte.

Como claudica el día,
como cede
la luz protagonismo a las tinieblas ,
y la estación de plenitud,
tan pródiga
en pétalos de todos los colores,
acaba fatalmente sepultada
bajo el sudario de las hojas muertas ,
también nosotros vamos sucumbiendo
a erosión del tiempo y su inclemencia.

Aquellos ojos de mirada audaz
que buscaba horizontes que rendir
¿en que hondura lacustre de tristeza
han ahogado su brillo?

Aquellos labios
llenos de juventud
y tan repletos
de sonrisas, de besos, de canciones ,
de versos y palabras predispuestas
a conquistar el aire como pájaros
de alas impulsivas
¿hay quién  se acuerde ya de cómo eran?


Y todas las vivencias, que nacían
de un corazón indómito, enfrascado
en sentir,
en soñar,
en prodigarse
en ganarle batallas a la desilusión,
¿cómo es que no son flores abiertas
condecorando el pecho?

Apenas hoy si son
halos de bruma,
destellos oxidados de un antiguo esplendor
que llenan de nostalgia los rincones
en la memoria anémica.

Los recuerdos,
el genio,
la figura... ,
todo se va perdiendo
en la larga contienda de la vida.

Es esa sensación indefinible
de gratitud y de alegría inmensa
porque una vez pudimos y supimos
amar sin condiciones,
y alguien de igual modo nos amó,
lo único valioso que nos queda .