jueves, 31 de diciembre de 2020

Días de bruma



Está de nuevo aquí,

con pasos tenues

y aliento turbador, que se condensa

hasta envolverte a modo de sudario,

la bruma se aproxima.


Puedes sentir su tacto algodonoso,

de densidad creciente,

su insidiosa

manera de encerrarte en su capullo

donde el tiempo de nuevo vuelve a ser

dimension sin medida

y en cuyo espacio constrictor no caben

rumor ni claridad.


Tienes que acostumbrarte

a caminar a tientas por un mundo

que está hecho de aristas invisibles,

calibrando su filo

por el modo en que agitan tus entrañas

los diferentes timbres del silencio.


La tentación consiste

en aceptar el respirar la asfixia

como una parte más de tus inercias,

en intentar huir del miedo y la locura,

refugiándose

en los mullidos brazos

del nihilismo y la resignación.


Olvidarse del grito

o del llanto, que existen

para romper corazas, que defienden

la poquedad del pecho.


Y permitir que vuelva a aniquilarnos,

inclemente, la luz.





Aleluya navideño

 Aleluy adaptado para canta con  la música de 

 el Aleluya de  Leonard  Cohen

Hoy yo quisiera proclamar

que estoy alegre con un cantar

que todos imitasen , aleluya

que al trasmitiros la emoción

con la que late mi corazón

sonase en cada nota un aleluya.


Aleluya, aleluya,

aleluya

aleluuuu uuuu uuuya.


Hacia la Tierra Dios miró

de sus miserias se apiadó

y quiso remediarlas , aleluya

y en una muestra de su amor

mandó del cielo un Salvador

mientras cantaba un ángel aleluya


Aleluya, aleluya,

aleluya

aleluuuu uuuu uuuya.


Vino a enseñarnos que hay que amar

a cada hombre y hay que alabar

a Dios cantando a diario un aleluya

Que hay que seguir su senda de luz

y estar dispuesto abrazar su cruz

y continuar cantando un aleluya


Aleluya, aleluya,

aleluya

aleluuuu uuuu uuuya.


Hoy celebramos que en Belém

nació el divino Niño Enmanuel

y flota sobre el aire un aleluya.

Rebosa de felicidad

el mundo porque es Navidad

y brota en cada voz un aleluya


(bis cantad conmigo todos aleluya)


Aleluya, aleluya

aleluya

aleluuuuu uuuu uuya.






Bye, bye, 2020




Bye, bye, 2020


Dos mil veinte maldito, hace ya doce meses

todos te recibíamos contentos y felices

pues aunque no creíamos que trajeras perdices,

tampoco imaginábamos que tan nefasto fueses.


Te habríamos cerrado con muy malos modales

la puerta en las narices, de haberlo conocido

y así nadie en el mundo hubiese padecido

tu luctuoso e infame catálogo de males.


A pesar de las lágrimas que hemos derramado

por ti , nos disponemos hoy a decirte adiós

con el ánimo firme y gesto esperanzado


Y alzamos nuestro copa por el que ahora a estreno

viene a sustituirte, pidiendo solo a Dios

que , queriendo imitarte , no llegue a hacerte bueno.





domingo, 27 de diciembre de 2020

Blanca Navidad




 

Nunca ha sido la nieve muy proclive

a decorar de ensueño los paisajes

frugales de mi tierra.


Excepto blancas,

navidades yo creo que he tenido

de todos los colores.


Doradas y violetas,

anaranjadas, de un verde selvático

o de un azul turquesa caribeño,

pero siempre felices

y dulces, 

 que llegaban como envueltas

en hermosos papeles relucientes,

lo mismo que bombones

donde jamás había

ninguno de café.


Hasta de un rosa intenso

y empeñadas

en ir redecorándome a deshora

con sus luces el cielo en pleno Agosto...

­ es que el mes poco cuenta

cuando la vida en sí

es ya todo un regalo insuperable

y tantos cascabeles suenan dentro-


También ha habido algunas

-de qué sirve negarlo-

de un azul oscuro, casi negras

que es mucho mejor dejar que cojan polvo

en alguna oquedad de la memoria.


Este año diría

que son de un gris marengo algo anodino

- el traje más idóneo

de un alivio de luto.-


Poco que celebrar...

Exceptuando el insólito milagro

de que, a pesar de andar de infortunio en desdicha,

aún seguimos vivos.


Y con ganas

de volver a vestir de rojo y oro

otras nuevas y mucho más gozosas

futuras navidades.


Y de cantar a coro alegremente

Oh, Blanca Navidad”,

aunque aquí nunca nieva.