Bye, bye, 2020
Dos mil veinte maldito, hace ya doce meses
todos te recibíamos contentos y felices
pues aunque no creíamos que trajeras perdices,
tampoco imaginábamos que tan nefasto fueses.
Te habríamos cerrado con muy malos modales
la puerta en las narices, de haberlo conocido
y así nadie en el mundo hubiese padecido
tu luctuoso e infame catálogo de males.
A pesar de las lágrimas que hemos derramado
por ti , nos disponemos hoy a decirte adiós
con el ánimo firme y gesto esperanzado
Y alzamos nuestro copa por el que ahora a estreno
viene a sustituirte, pidiendo solo a Dios
que , queriendo imitarte , no llegue a hacerte bueno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario