No
malgasto palabras ,presumiendo
neciamente,
con esa prepotencia
de
los que pasan por la vida haciendo
la
vanidad el centro de su esencia.
No
pretendo alcanzar aquel prestigio
que
te precede y hace que la fama
prosiga
tras de ti, como un vestigio
que consigue que no muera tu llama .
que consigue que no muera tu llama .
Cómo
ha de ser mi voz timbal vibrante
que
a los vientos pregone su oquedad,
si
es apenas suspiro agonizante.
Lamento
de un candil, que en su humildad
se
sabe fuego fatuo de un instante
mientras
busca entre sombras la verdad.