miércoles, 14 de abril de 2021

Camino del Crepúsculo


 

Piedras, zarzas, cansancios...

y mucho desconcierto

es todo lo que hay

en mi hoja de ruta


¿ Dónde

encontraré otros pies ,

que sepan recorrer sin extraviarse

las sendas laberínticas

que no conducen a ninguna meta?


¿Cómo

les pediré a mis manos

que no hagan aprecio de las llagas

y no se cansen nunca

de recoger espinas ?


¿ Dónde

recostaré mi cuerpo abatanado

y hecho los embates de la vida,

que apenas ya si puede, a duras penas,

tirar más de su alma?


¿ Cuándo

decidirá, la terca, desprenderse

del gravoso zurrón de las ausencias,

que añade a cada paso el peso insoportable

de un nuevo pesar …?


En el largo camino que lleva hacia el crepúsculo

todo,

incluso lo que amamos,

se nos vuelve un gravamen.



Solo

el dulzor de esa bruma arropada en olvido,

que suaviza el paisaje y embellece el recuerdo,

es alivio en los ojos y serena el espíritu

cuando muere la tarde.


Cuando vivir se vuelve

el viejo vicio absurdo

de respirar

y andar hacia adelante.


De acumular preguntas

 que no tienen respuesta.