¿Quién
dijo que en la noche
reinaban
los silencios?
Sobre
su larga espalda se columpian
los
susurros más íntimos.
Los que
traen prendidos
desamparos,
ronrroneos
gatunos
y olor
a intimidad exacerbada .
Eres tú
contra ti,
carne y
deseo
Las
sábanas revueltas son el campo,
tan
patético y triste ,
tan
vencido,
de
batalla
donde
han ido muriendo sin rendirse
de
soledad los sueños
Afortunadamente
llega el día
No es
el tiempo oportuno
para
echarse a llorar
cuando
el MP3 de los jilgueros
bombardea
su spot publicitario
Diremos
que la vida
sigue
y hay
que seguir
viviendo
y componiendo una sonrisa.
Nadie
sepa,
a no
ser por sentirlo en su pellejo,
lo que
duele
ser ascua hecha mujer y que el destino
te obligue a ser ceniza amortajada.