Estaban
junto a ti
y
! ale,
hop!
Como en
un truco cruel de ilusionismo
desaparecen,
se
marchan de tu lado.
De
repente te quedas
sin su
palabra cálida
sin su
gesto sereno, sin su sonrisa abierta
sin su
mano tendida.
Y
tienes que amoldarte
a andar
por los caminos de este mundo
siendo
ese pobre animal vencido
que
mastica silencios y arrastra tras de sí
su
colección de pérdidas.
A
escudriñar los posos de café
y el
vuelo de los pájaros
por si
ocultan designios .
A presentir que el aire huele ya
como a flores marchitas.
A
sentir con qué insidia avariciosa
va
corroyendo tu corazón frutal
el
gusano del miedo.
A
preguntarte
qué
Luna brillará sobre la noche
el día
que el azar decida que ya es tiempo
que su
aliento se apague,
!ale ,
hop!
y tu
estrella se extinga.
Que te
toque empezar a ser para los otros
esa
ausencia que duele.
Ese
rostro querido
que
poco a poco se va difuminando.
Hasta
que solo es
un vacío en el pecho, que te causa
un vacío en el pecho, que te causa
una
extraña tristeza indefinida .