sábado, 2 de diciembre de 2017

De pronto, la sorpresa


Nunca hubiera pensado
que el páramo llegara a ser el sitio
ideal para el lance en que la vida
te tiende su más pérfida emboscada.

De pronto, la sorpresa:
En la mitad del centro geográfico
exacto del ombligo
delicioso y perfecto de la nada
rasga los siete velos y ,desnuda,
se apresta a seducirnos,
brutal en su sencilla y lúcida evidencia,
la verdad.

Nunca hubo
ni habrá dónde huir.

Todas las sendas tienen
las huellas amañadas
Todo camino acaba por llevarle
de vuelta al territorio
inhóspito que habita en tu interior
donde de habitual sueles perderte.

No hay escapatoria,
por mucho que lo intentes,la frontera
de tu mundo es tu piel
y tu universo único la  pléyade
de pequeñas miserias guardadas alma adentro,
que tanto te acongojan
y que callas.

Solo un suspiro puede liberarte
de peso que te abruma y te sumerge
en el abatimiento.

Y soñar que consigue
llegar hasta la estrella que tus ojos contemplan
a través del cristal emocionado
delicuescente y puro de las lágrimas.




Nocturno en Roma


Ingeborg Bachmann 



Nocturno en Roma

Cuando el columpio sube a las siete colinas
se desliza también 

con nuestro propio peso y nuestro abrazo

hacia el agua sombría.


En el lodo del río

se zambulle , hasta donde 

los peces se reúnen sobre nuestro regazo


Al llegar nuestro el turno 
nos venimos,
cada cuál por su lado.

La colinas se hunden.
Al subir compartimos cada pez con la noche.

Nadie salta al salir.
La verdad es que solo en el amor de uno
puede crecer el otro.

Yo, que me río porque no me burlo


Yo también sé el secreto
de esos tenebrosos garabatos
que escupen luz y pillan “ in fraganti”
al alma recatada y sus vergüenzas
le obligan a mostrar al descubierto .

Tengo una vida roma que corteja lo oscuro
Y un lápiz sin punta con que escribo
sobre un cuaderno rojo
palabras retorcidas,
pertinentes
para adornar un libro que da vueltas y vueltas
hasta atrapar la esencia de la nada.

Yo también soy capaz de desnudarme
Go
ta
a
go
ta
del modo como aquellos más sabios me enseñaron.
Carente de pudor,
hasta que los tranvías que viajan hacia el frío se detengan
y Marzo sea un feroz rugido
de lilas estresadas.
Y Abril se ruborice.
Y Mayo se desmaye…

Y luego, aunque no ponga un dedo en cada úlcera,
ni aliente los equívocos,
ni lo llame poesía,
podría irme burlando de tantos corazones
como quedan , incautos,enredados
en tales sutilezas

Después, mucho sospecho,
no sabría qué hacer sus despojos.

Ni qué nombre ponerle a los retales
que queden de mi genio y mi figura.

Ni cómo amortizar el gesto absurdo,
la eterna mueca de payaso triste.

Es mejor ignorar,
embebecerse
en el ensueño ilógico de imaginar que existen
las páginas en blanco
de donde aún ningún gurú de lo probable
desterró la alegría.

Y reír cara al viento ,celebrando el presente ,
como ríen los locos y los niños.





Milagro en Diciembre


Ya no recuerdo cuántas golondrinas
llegaban a alegrarme la ventana,
ni si gocé la suavidad temprana
del dulce zumo de las mandarinas

Si algún día cante por las esquinas
el dulzor de vivir, fue cosa vana,
pone firme la vida a quien se ufana
de cosechar las rosas sin espinas

Con el andar pausado llega el año
que te agosta por dentro y sin careta
da testimonio aterrador del frío.

Entonces me pregunto por qué extraño
impulso de demente o de poeta
lates con fuerza aún, corazón mío