Yo sé
que todavía hay en tu corazón
un
pequeño escondrijo en el que con usura
atesoras intacta la pizca de ternura
que tan
imprescindible resulta a la emoción.
Quisiera ,ingenuamente ,hacerme la ilusión
de
porque no la hiera la vida, que es tan dura,
en un
pozo cegado , sumida en su negrura,
la
guardas , más que nada, por mera precaución.
Pero de
mí ¿ Recelas ? ¿Es que no ves que llego
a ti
sin artificios ? Sobre mi mano, inerme,
un corazón
de espuma es mi única daga.
Trémulo e indefenso , tal cómo te lo entrego,
el
tuyo enamorado debieras tú ofrecerme
si es
verdad que el amor con el amor se paga