Me resisto a rumiar melancolía
intentando exprimirles los dulzores
al poso que te queda de alegría
al decantar añejos sinsabores.
Con la visión que da la lejanía,
veo claro que no fueron mejores
tiempos pasados, ni se merecía
llorar a mares cierto mal de amores .
Por más que el aire sea hoy cortante
y la luz un fulgor agonizante,
no todo se reduce a la excelencia
Retarte a destilar un limonchelo
con el medio limón que te da el cielo,
de eso ha ido siempre la existencia.