domingo, 7 de julio de 2019

Lo profundo


Porque que tu boca evoca,
voz de humo y niebla, el mundo de lo umbrío
siento que al escucharla me provoca
un intenso y febril escalofrío.

Porque tu labio sabio
conoce los resortes de la risa,
sin que me sirva su impudor de agravio,
a sus insinuaciones soy sumisa.

Porque tu acento atento
saca del verbo su esplendor sonoro
es por lo que de ti yo me enamoro.

Porque si callas, hallas
el modo de decir de otra manera,
tu silencio es mi guía verdadera.

Tu boca... no quisiera
tener que irme un día de este mundo
sin sonsacarle el grito que guarda en lo profundo.

.



Rigor de bofetada ( XXIII)


No puedo adivinar cómo la vida
pueda aún sorprendernos con los guiones
que nos escribirá en mil renglones
retorcidos de forma consabida.

Sé que es imposible de partida
intentar revivir las ilusiones
que expiraron ayer, que aunque perdones
de corazón, el corazón no olvida.

Algo las malhirió la madrugada
en la que resonaron en mi oído
palabras con rigor de bofetada.

Siento que están ya casi agonizantes,
que aunque el amor no haya fallecido
jamás será ya nada como antes.





Musarañas


Me gustar estar aquí, en las entrañas
de la penumbra de una atardecida
que destila quietud , entretenida
en contar figuradas musarañas.

Más probable es que vengan las montañas
hoy a mí, a que , en un rapto suicida,
yo me ponga a escalar, o me decida
a emprender más intrépidas hazañas .

Porque aunque el alma , en un hálito iluso,
no deja de soñar con altitudes
y en pálpitos se ve volando incluso.

El cuerpo, fatigado y más juicioso,
se sabe uncido a sus esclavitudes
y agradece este instante de reposo.