sábado, 5 de diciembre de 2020

Que rabien los jilgueros


 

Hoy me he levantado con un día

animoso y sintiendo en los veneros

de la sangre brotarme cancioneros

que mi voz hasta ayer no conocía.


Quiero cantar ! Qué rabien los jilgueros

al oírme plagiar su melodía

para manifestar con alegría

que confío en los tiempos venideros!


Cuando se ha rozado con la mano

el inquietante rostro de la nada

el quererlo olvidar es muy humano.


Y , ya que lo he esquivado, que procure

agradecer la vida regalada

cantando con pasión mientras me dure.

Inercia gris


 

Cuando se pone el Sol

y allá en el horizonte no hay ninguna orilla

a la que dirigirse

ningún barco es bastante.


Estos brazos escuálidos,

por mucho que les brinde sus impulsos

la voluntad , no bastan

para llevarte tras de tus anhelos.


En medio de un océano infinito

de soledad,

dan ganas

de remar orientados a Poniente.


Buscar la oscuridad definitiva

acaso es la manera de oponerse al designio

de la Luna que dicta las mareas

que habrán de devorarnos.


Óyeme, tú que sientes como crecen

los presagios oscuros por tus venas

porque de náufrago náufrago, te digo

-y guárdame el secreto-

que ya tanto me da el hallar reposo

en la playa dorada

o en el oscuro fondo submarino.


El mar es un oído que no duerme

y un abismo silente con las fauces abiertas .


Y el mundo un vientre insomne

que contra lo que late y se emociona,

sin descanso conspira.


Finjámonos inercia gris que flota

a merced del albur del oleaje.


Es mejor olvidarse de la angustia

de vivir

y que sean

los vientos o el azar los que decidan

si un día más habremos de salvarnos.



Roca viva


 

Ser isla ,estar así

presa en mitad del mar...

deshabitada.


Olvidando que existo

para ser solo amante de la arena,

absorta en la caricia

plácida de la espuma ,

y , al tiempo que me mece con mimo el oleaje,

dejándome llevar

hacia el dulce nirvana.


Fabulando

que perdido en el piélago de azules

hay otra soledad

echando en falta a alguien

que del hueco que queda entre dos brazos

quiera hacer su bahía.


Es este un tiempo extraño e inseguro

y tengo yo en la piel calor de sobra

con que engañar los más crudos inviernos .


Pero me temo mucho

que no sé las palabras

- si es que existen-

para escribir mensajes ,que viajando a la grupa

del corcel de los vientos, consigan el milagro

de alcanzar otra orilla.


**************


La incomunicación

a todos nos golpea

y el cuero sensitivo , si es que quiere salvarse

debe fingirse piedra indiferente.


Somos esas extrañas rocas vivas

que sienten y padecen en silencio en su carne

el mordisco del tiempo

y de la indiferencia.


Y se van resignando

a que nunca tendrán más compañía

que unas cuantas gaviotas inconstantes.


Y  la de los moluscos ,

 casi pétreos , 

que del sabor salobre de su costado medran.


Rincón


 

 



Instalada en mitad de este paisaje

interior,

polvoriento, que supura

por sus cautro costados nihilismo

y huele a decadencia,

no se vive tan mal.


Aquí no pasa el tiempo,

se diria

que se han adormecido los minutos,

cansados de girar sobre la rueda

que engrasan las rutinas ,

teniendo ante sus ojos

siempre el mismo rincón sin horizontes,

frugal

y casi, casi , carcelario.


Pero aun así tan suave...


Porque hasta aquí no llegan los rugidos

de las luchas del mundo

y sientes que te basta

musitar un poema, a modo de oración,

para ponerte a salvo.


Aquí no pasa el tiempo

y apenas si se aprecia

el peso de existir,

se disuelve el dolor en las piadosas

veladuras del aire

y respirar

vuelve a ser lo que era, una bendita

y grata dulcedumbre.


Hasta se acallan,

de tanto acomodarse a la mesura,

el rumor de la sangre

y el tic-tac del latido.


Qué más da lo que digan los relojes

o atestigúén los surcos en mi frente,

por mucho que se obstinen,
aquí no pasa el tiempo.


Pero me temo mucho que lo que ya no pasa

por aquí es todo aquello que intenta perturbarme.


Lo que surge a deshora

y en silencio palpita,

lo que sangra y conmueve,

y te lleva sin pausa

de la násea al suspiro...


Lo que arrasa y abruma,

lo que  trasciende

y arde

y te transforma

en ascua el corazón.


Por aquí ya no pasa,

simplemente,

la vida.



jueves, 3 de diciembre de 2020

Derrota de la náusea


 

Extraña melodía,

sutil y al mismo tiempo tan intensa,

que aparece flotando y se emulsiona

con la espesa penumbra

de las horas de plomo cotidianas

y se diluye

dentro de ti,

como grumos de nata con azúcar

en el café caliente,

su dulce estatorrea

de luz..


Nada sabemos

del acaso imperfecto

pretérito lugar de donde llega

o si es que le espera en el futuro

rincón dónde anidar, después de enajenarse

en su avidez de ser omnipresente

y pura claridad

apenas un momento,


Es en este presente,perfectible y fugaz,

cuando existe 

 cuando se manifiesta

perfecta en ese instante  en que nos  colma

la copa del placer que nos sumerge 

en generoso alivio y nos confirma

que puede derrotarse

la náusea existencial.


Que si aun la bondad y  la belleza

son algo tan efímero

¿ qué sensación humana nacerá

con pretensión de eterna?




Imagen viva


 

Recuerdo la estación,

era un estío

radiante como pocos.


Tengo una imagen viva del lugar:

todo estaba cubierto de amapolas,

sobrevolaba el aire

un aleteo de mariposas blancas

y de felicidad,

- casi podías

atraparlas a ambas con las manos-


Del día no me acuerdo ,

pero estoy segura de que fue

antes de que los días

dejasen de tener algún sentido.


Antes de que los pétalos

formasen una alfombra a nuestros pies

y el amor se agostase,

y el invierno llegase para llenar de escarcha

e infinitos silencios nuestra vida.


Solo el recuerdo tibio

de aquel tiempo, tan dulce como un licor de anís,

recorforta por dentro.


Y sin querer aflora

sobre mis labios mustios, embriagados

de una intensa añoranza,

la sonrisa.



domingo, 29 de noviembre de 2020

Lo inmarcesible


Lo siento, he de decirlo, ya no quiero

un amor pasional, sé que cuchillas

terminan por volverse las cosquillas

con las que nos conquista el embustero.


Debe ser por la edad, pero prefiero

el amor a la vida, las sencillas

sorpresas y pequeñas maravillas

que saca tantas veces del sombrero.


Me enamora ese fluir incontenible

de la existencia , pálpito y rumores

que inspiran a la sangre de mis venas.


Vivo para atrapar su inmarcesible

cadencia musical , cuyos clamores

ahogan los suspiros de mis penas .







La madriguera


 

No tengo yo seguro que se cumpla

el refrán que nos dice que a mañanas de niebla

han de seguirlas necesariamente

las tardes de paseo


Sufrir la incertidumbre

de no saber si quedan más minutos

en los que disfrutar sin más preocupaciones

del gozo de vivir,

es lo que toca ahora.


Sospecho que ha llegado a perpetuarse

una estación sombría.


Y que yo  solo soy   esa fruta madura

a la que ya no aguarda otro futuro

que entregarse a la escarcha.


Y resignarse

a ser la carne gélida de la que medre el humus .



*********


El invierno se ceba

con el desheredado y con el viejo.


No hay lugar donde huír ,

pues, por mucho que corras

el mordisco del tiempo logra alcanzarte siempre.


El animal exahusto

busca un lugar seguro en el que refugiarse

a esperar a que pase esta estación de brumas.


A tejer desconsuelos...


A enterrar los fracasos,

a olvidar los temores...


A rumiar añoranzas.



*******

Cada vez echo en falta con más intensidad

el calor de mi antigua madriguera


Su tibieza me llama

a volver

y mi voz

se convierte en un grito.


Ay, quién pudiera, madre,

aovillarse en tu vientre

y sentirlo otra vez el refugio seguro

donde pueda escuchar , sin temor ni congoja,

como corre de nuevo la canción de tu sangre,

hecha amor , por mis venas.


Como me va arropando con su arrullo

tan suave y luminoso

y me lleva en sus brazos

hasta el umbral de un sueño tranquilo y placentero

cuando deba dormir eternamente.