Lo siento, he de decirlo, ya no quiero
un amor pasional, sé que cuchillas
terminan por volverse las cosquillas
con las que nos conquista el embustero.
Debe ser por la edad, pero prefiero
el amor a la vida, las sencillas
sorpresas y pequeñas maravillas
que saca tantas veces del sombrero.
Me enamora ese fluir incontenible
de la existencia , pálpito y rumores
que inspiran a la sangre de mis venas.
Vivo para atrapar su inmarcesible
cadencia musical , cuyos clamores
ahogan los suspiros de mis penas .
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