Tacto a veces de niebla, a veces como el duro
del guijarro certero que te impacta en la frente
puede ser la palabra con que caricaturo
a diario mi presente.
Impregnada en cianuro,
o dejando en tus labios un sabor de aguardiente
lo que importa es que sepa servir como conjuro
de las mil desazones que el espíritu siente.
Filigranas de encaje
o marañas que atrapan con su argucia arabesca
el fulgor de la idea y exprimen su carisma .
Pluma sobre un celaje
rojizo y decadente y esa sombra chinesca
que a la luz del ocaso proyecto de mí misma.