domingo, 7 de junio de 2020

El canto de la lechuza





La mañana se empeña 
en mostrar su semblante más  risueño,
invitando a salir y a celebrar
los ritos cotidianos de la vida.

Pero yo solo quiero
dormir,
abandonarme
al plácido letargo, que me arroje
en brazos del olvido.

Sed amables conmigo, permitidme
soñar que ha sido un sueño ese rosario
de días sin  cantares ni colores ,
tan huérfanos de magia
 e ilusión que he vivido.

Envolvedme en el suave
cobertor del silencio.

Y fingid , como yo, que no sabéis
que bajo la  tranquila superficie
de este tiempo de tregua sin fisuras,
con ojos como ascuas
y corazón rampante,
las pesadillas velan.

Solo tienen 
que esperar que en mitad de cualquier noche 
una lechuza cante
y llegue su momento.