viernes, 20 de enero de 2017

Mímic




Ya no sé ni quien soy, llevo un buen trecho
caminando a la sombra de una oscura
entidad irreal , en cuya hechura
cambiante mimetizo con provecho.

Es desde muy antiguo que sospecho
que soy solo ilusión, una criatura
gestada para ser Literatura
y habitar en su mundo por derecho.

Lo cierto es que resulta entretenido
diseñar a placer figura y traje
que ,en según qué ocasión, tu mente inventa.

¿A quién puede importar si en un descuido
se me olvidan libreto y personaje
y soy yo misma al fin sin darme cuenta?


miércoles, 18 de enero de 2017

Simbiosis


¡ Cómo se reconforta
una hondura sin fondo en el consuelo
de otro abismo mayor!

Habla en silencio,
confía tu secreto a la dureza ávida
del corazón marmóreo.
¿Tu fría indiferencia de mortaja,
es la esencia sin trampa de tu ser,
o es el disfraz?

Conviene
una oquedad oculta,
útero maternal, discreto y tibio,
al latido indefenso
del alacrán.

Misterio fascinante
es la belleza agreste que se ampara
en la humedad sedosa de lo oscuro
y, sin piedad,
 lo habita.



Etna


Mi piel no necesita de pronombres
-ni siquiera un nosotros- pues se olvida
en su honor de sentir. Ni que la asombres
con la palabra lúcida y florida.

Si has de hacerla gozar, que desescombres
su lujo de la pátina adquirida
en la rutina pide. Y que la alfombres
con silencios de lava derretida.

Con la suave caricia interminable,
con racimos de besos que derraman
sed sobre su ansiedad inabarcable.

Durmiente y bella, rinde ante el tributo
sus volcanes cegados que proclaman
la eternidad que cabe en un minuto.

martes, 17 de enero de 2017

Di - versos




A veces es un verso ya un poema, 
aunque suele quedar algo tasado.
Muy poca enjundia tiene un pareado,
si bien puede servirte para un lema.

Precisa de una cierta estratagema
hilvanar un terceto bien rimado.
Un cuarteto de porte equilibrado
se hará merecedor de una zalema.

La décima de métrica graciosa
le sirve al trovador, pero lo leve
de su decir jamás rebaña en hondo.

Con un soneto abarcas cualquier cosa,
desde el barro al misterio. Hasta se atreve
  y logra  lo cuadrado   hacer redondo  

Y no decir amor



Aligerar lo puro
de su peso y su brillo.

No anhelar la sustancia o el fulgor,
sino la transparencia

Depurar la palabra,
reducirla
a la hebra meliflua e invisible
suficiente al sentido

No decir agua o pan,
aire, pájaro, estrella.
Basta con decir vida

No pronunciar  amor,
ni eternidad, ni sueño, ni esperanza.
Mejor grita ¡ Imposible!.


Y no decir congoja,
angustia, miedo , muerte.
Calla. 


Sé qué podría
sumirme en el silencio,
desprenderme de todas los vocablos
a excepción de  aquel único,
vital, que necesito.

¿ Hay quien pueda vivir
y no decir amor...?

¿ Y no decir amor...?

! Y no decir amor! 


!Debo gritarlo!

Aunque se me transforme
en insufrible ciénaga la boca
de hieles y melazas, 
debo decir amor...

Porque amor siento.

Ruta alternativa

A punto estuvo
de dejar aparcado en la cuneta
el loco impulso errático
que la arrastraba al Sur
y quedarse lastrada a la deriva .

De convertirse.

Todos querían
gobernar el timón desorientado
de su estrella Polar;
guiar sus pasos,
acostumbrados a senderos de agua,
por rutas de cemento con espinas.

Menos mal que le basta a la cordura
el sabor de la sal ,la melodía
con que recuerda al mar la caracola.

Menos mal
que lo improbable existe.

Y su sueño de ser
una elegante garza disecada,
inmune a  todo azar,
prevaleció.

domingo, 15 de enero de 2017

Si tú me dices ven



Ahora que los días son oscuros
y las noches son largas, presuroso
vuelves a mí en busca de un reposo
más blando y unos brazos más seguros.

Tú me conoces bien, juegas tu baza
de saber que mi piel nunca razona,
que al sentir tu calor se desmorona
como manteca al fuego mi coraza

Que si me dices ven, no corro, vuelo
hacia donde tu voz de anís me invita
a beberme su acento y a embriagarme.

Transpórtame a los márgenes del cielo
prendida a su dulzor, no necesita
otra cosa tu amor para reconquistarme.











Refugiados ( Sonrojo)



Hacen de la esperanza una cobija
que la fe viste de tibieza y flores
con la que soportar tantos rigores
como la vida pone en su valija.

No es lo peor sufrir con la inclemencia
de los climas extremos,la templanza
de la ilusión desmonta su acechanza.
Mucho más frío da la indiferencia.

No podemos decir: No lo supimos.
La imagen  de lo injusto e  inhumano
de su penar fue astilla para el ojo.

Nos juzgarán los siglos, no tuvimos
el valor de tenderles nuestra mano
Solo nos queda el llanto y el sonrojo

Óptica



Patea el niño
furiosamente al olmo
por no dar guindas.

Pero su fruto
minúsculo ,el jilguero
bien lo  celebra.

Medio vacío
también es medio lleno,
según qué ojos.

Misterio


El tibio aliento
más se apega al cristal
cuanto más frío.

Nunca habrá quien entienda
del amor los misterios.


sábado, 14 de enero de 2017

Un elefante se columpiaba


Esto que veis aquí
es solamente el último   y  crucial
escalón de mi vida.

Todo el abismo cabe
y toda la grandeza de un cielo esplendoroso
en el espacio abierto tras el primer vagido

A cada quien le toca
ir tejiendo su historia con esmero,
afirmar los estribos por los que encaramarse
urdiendo bien las tramas,
exprimiendo a conciencia los hialinos humores,
esas gotas   de néctar ambarino, 
de savias  en  su punto de dulzor 
o de látex amargo, 
que  con sigilo  brotan   de la entraña profunda.

Pasan lentos los días
y su hastío se adhiere como mugre en el alma
hasta que la apabulla su peso paquidérmico.

Sé que pendo del hilo
quebradizo, trenzado
por mi misma y mi suerte

Que hoy me toca dar
el paso turbador y decisivo
pues mi escala termina .

Me columpio en la duda
de si sube o si baja.



La flor de pascua


La flor de pascua,
con lo roja que era,
ya está marchita.

La Navidad,
no hay mal que dure un siglo,
ya terminó.

Ahora toca
sembrar recias semillas
de nomeolvides.

Ave, Año Nuevo,
que del antiguo heredas
lastres y vicios.

Días en ristre
en los que ir ensartando
risas y penas.

Alzad las copas,
que aunque sea llorando
buen fin le demos



miércoles, 11 de enero de 2017

Cainitas




Decidme:
¿ Quien habrá entre todos nosotros
que pueda proclamar que no siente en sus manos
la infamia de la sangre?

No es preciso
blandir la piedra ni empuñar la daga,
ni sentir cómo fluye, rojo caudal de vida,
buscando el piel a piel,
hasta que te perturbe su tacto pegajoso,
dejando su  olor acre
tatuado en tu memoria.

Basta tener el corazón apático,
asentado en tibieza,
y los ojos dispuestos a mirar
hacia el encuadre que más nos retribuya
y menos mortifique.

Después, basta  que el mundo
 siga girando al son de sus rutinas.

La intolerancia tiene muchas caras
con multitud de aristas
y todas con su filo,
los odios proliferan
lo mismo que las setas en Noviembre,
los bombarderos y las escopetas,
las carga -es vox pópuli- el diablo,
y siempre hay un loco, un malvado, un idiota...
dispuesto a dispararlos.

El aquelarre cruento está servido.

El cielo seguirá, en un rapto patético,
bramando la pregunta retórica de siempre:
¿ Qué has hecho con tu hermano?

Pero somo cainitas
redomados, pragmáticos, curtidos
por milenios de práctica.

Sabemos como nadie
esconder bajo cúmulos de excusas
montañas de quijadas.

Disimular el rostro ardiente de vergüenza,
refrescándonoslo
con unas cuantas y baldías lágrimas.


lunes, 9 de enero de 2017

Dimisión




Hoy renuncio a mi trato con el mundo.

Clausuro mis sentidos,
abandono
mi compromiso de ser testigo fiel
de todo lo que pasa,

Aunque quiero gritar ,
muerdo mis labios,
cierro los ojos
y firmo así una tregua
conmigo misma.

Elijo
ser ciega libremente , pues de nada
sirve observar de frente la crueldad
con las manos lastradas de impotencia.

No oír
todo lo que no sea la música del viento,
purgando sus rumores
de los ayes y llantos que me llegan
desde los cuatro puntos cardinales.

No sentir , revestirme
el corazón de escarcha
para no padecer por las miserias
feroces que adivina
mi sangre al resonar en su oleaje
con la inquietud del agua.

Escabullirme

en la virtud dudosa del espacio   vacío ,
en donde los sonidos enmudecen. 

Con tal de no abismarme en la congoja,
 renuncio hasta a pensar
 y, si es que es necesario,
hasta dimito
de mi enojoso oficio de poeta,
que me obliga de forma inexcusable
a hablar con voz de alumbre.

Porque si cuento la verdad, acaso,
¿habrá alguien que tenga el valor de escucharla?

Y para urdir mentiras no me llega
a mí la cobardía.

Todo lo que debiera contar , mejor callarlo.

Cómo se ensaña en hombre contra el hombre,
como ignora
los lamentos del río,
las demandas del aire,
los avisos de la naturaleza
de que a nuestro costado abusador
medra el apocalipsis.

Que el futuro
que con certeza espera a nuestros hijos
es negro  sobre negro. 

Y tiene alas

Porque en un mundo lleno de cadáveres
solo los cuervos heredarán la tierra.

Labor de artesanía



Da igual...
da igual...
lo sé,
se trata de  arrancarle 
a aquella fría y ríspida aridez que te toca
su miligramo y medio de belleza.

Pero seguramente somos lo que somos
no por casualidad.

No porque una estrella
con su rojizo brillo moribundo
nos señaló en la frente.

Ni el que ciertos planetas se alinearan
el día que nacimos de tal o cual manera
es la razón que hace que vivamos
como erráticas sombras taciturnas,
como aves rapaces,
amantes de las noches heladas del invierno,
o como delicadas mariposas sonrientes ,
abanderadas de la primavera.

Si vamos arrastrando soledades,
masticando renuncias,
acumulando ausencias ,
dejando en el camino una cohorte
de amigos o enemigos,
de riberas sembradas de alhelíes
 o de  oscuras estelas funerias 
por amores difuntos,
por ilusiones muertas,
 digo yo,que,
 muy seguramente,
algo de nuestra parte habremos puesto...

Como igual es seguro
que han existido en toda y cada una
de nuestras trayectorias vitales unos cuantos
 de los imponderables  azarosos
con los que cualquier pie
alguna vez tropieza.

Y es que de nada sirven las culpabilidades...

Porque la vida es dura ,
nos golpea
y quiere triturarnos,
moltura a algunos hasta que les extrae
exquisitez en hebra,
sutileza que gana fácilmente los cielos
en donde el mundo admira
la gracia alada de su ligereza.

Y a otros , por puro y obstinado
afán superviviente,
rigor contra rigor,
nos mimetiza
en roca berroqueña.

Por eso hay que afanarse
en irla aporreando a golpe de porfía
allí donde es más frágil ,
allí donde le duela ,
hasta que se despierte,
hasta que ,cincelada, entregue su secreto
esa faceta inédita
de virtuoso primor esmerilado
que toda alma oculta.

Y luego convencerla
de que hay un Sol que al alba se levanta
con la ilusión ingenua de arrancarle
un alegre destello esplendoroso
al rostro más austero de la piedra.

Que nacen cada día nuevamente
la esperanza y la luz también por ella.