viernes, 31 de enero de 2025

Casi alucinación


 

Todo se arremolina en la memoria:

insomnes madrugadas de Luna incandescente,

días de Sol

y noches de silencio.


Creíste que podrías

recordar para siempre cada detalle mínimo,

el olor a lavandas que flotaba el aire

aquella tarde en que tu boca supo

a qué sabía un beso,

la inédita aureola de esplendor en la luz

que acompañó al instante de magia y de ilusión

en que tu piel sintió, empapada en ternuras,

el calor de la piel de tu retoño nuevo.


El frío pavoroso

que trapasa los huesos y hiela el corazón,

el rumor de la lluvia

y el eco sofocado de los pasos que arrastran

su pena tras un féretro.


A conciencia

suele emplearse el tiempo en su función

de triturar imágenes,

de mezclar texturas, de tamizar colores...


Hoy todo se reduce

a una amalgama extraña,

puro relato reconstituido,

casi alucinación.


Y a una sensación indefinible

de que la vida ha sido algo más que esa bruma

que en las horas de hastío ferozmente te asedia

y te empaña los ojos,

ese sabor adusto que acidula tu boca

y ese poco de polvo que escapa de tus dedos.


Que apenas te emocione

ningun bolero antiguo, dimensiona

la rigurosidad de tu derrota.


El que aún te estremezca que en Abril te corteje

el perfume enervante de las lilas, define

la desmesura de tu desvalimiento.

Desapasionada

 


Poder vivir así,

con la impaciencia

que puede adivinarse en el brillo turgente

de los brotes desnudos del almendro

por estallar y desplegar por fin

sus pétalos al aire.


Sin pensar

que abrasa el entregarse al arrebato

de su requiebro ardiente.


Sin sospechar

de las depredaciones con que arrasa

cuando se vuelve frío.


Poder sentir aún

el íntimo temblor de la emoción

que conmueve y embriaga a los seres felices

que guardan todavía

intacta inocencia.


Por lograrlo

¿ quién hay que no entregase alborozadamente

 cada triste minuto de está vida tediosa

y desapasionada que le queda.

viernes, 24 de enero de 2025

Enigma


 

No has sido tú,

ha sido la eficacia

del tiempo y su carcoma.


Cordilleras graníticas

acaban claudicando a su insistencia.


Pues qué ha de hacer la carne,

pétalo sensitivo,

que florece para servir del pasto

a sus depredaciones...


Dubitante

y a punto de rendirse,

se cuestiona el espíritu su sentido y su esencia

mientras finge distancia,

enrocado en su adusta coraza de cinismo


El enigma reside

en la fuerza del labio.


En cómo aún conserva, contra todo pronóstico

incólume,

perfecta,

su sonrisa.



domingo, 19 de enero de 2025

Incertidumbre



Cielo rojo.


Esplendor inquietante,

por más que nunca ha sido

presagio de tormentas.


Pero hoy se percibe un rumor sigiloso

impregnado en el aire, que electriza el ambiente

y alborota a los pajaros.


También a los de adentro.


No es fácil evadirse

del cepo urente de la incertidumbre.


No clamar,

suplicando que ocurra algo concreto.


Aunque sea un diluvio,

que sobre el corazón escancie calma.

viernes, 10 de enero de 2025

Fragilidad


 

Un cristal.


Inflexible por fuerza

y a la vez

delicado, impetuoso, sensitivo...


A punto de quebrarse,

a expensas de un requiebro de la brisa.


Un universo mínimo

-o no-

sin más cautela,

pueril y ensimismado

en la crepitación de sus fractales.


Cesa ya, mariposa, en tu aleteo.

Dimisión

 


Quiero quedarme aquí, acurrucada

en mi cobija amable, donde siento

que se va diluyendo el pensamiento

que me ha tenido hoy tan desvelada.


Lo veo claro ya de madrugada,

para que la someta a este tormento

de acongojarla sin comedimiento,

ningún delito cometió mi almohada.


Es mejor olvidarse de un futuro

que se presenta de un color oscuro

de una manera  cruel e irremediable.


Siga girando el mundo...yo me bajo

de mi rueda de hamster ! Qué trabajo

tan sin sentido y tan insoportable!

jueves, 28 de noviembre de 2024

Pizca


 

No sé qué más hacer, ni qué inventarme

para adornar al tiempo sin matices

que vivo hoy ni logro ya tragarme

más cuentos de banquetes con perdices.


Por mucho que procuro ensimismarme

recordando otras horas más felices,

apenas si consigo no enfrascarme

en lamerme las viejas cicatrices.


Rebrota así el dolor, lo que hace urgente

exprimir la maltrecha fantasía

y extraerle esa pizca efervescente

capaz de devolverme la alegría.


Que me evite caer inútilmente

en el marasmo de la melancolía.


jueves, 21 de noviembre de 2024

Rutina


 

Cuando no son diluvios,

nos consume la entraña la sequía.


Si no llega un tornado a marearnos,

son ciclones..., 

y los ávidos ojos de exuberantes selvas

nos acechan a diario.


 ¿ Alguien ha dicho tedio?

Coleccionar de desastres,tal es nuestra afanosa

y excéntrica rutina.


No hay tiempo que perder

en sacar procesiones

y menos para andarlo malgastando

en quejas ni lamentos


Hoy toca levantarse

y echar a andar,

- el paso firme y la cabeza alta-

dispuestos a tratar de defender,

 con  férrea decisión,

la humana dignidad.


Fuerza contra la fuerza pavorosa

con que arrasa la vida.


A pesar de la íntima certeza

de que suya será, más tarde o pronto,

la victoria final.


Definitiva.


martes, 12 de noviembre de 2024

Violentando a Violante


 

Aunque yo nunca he sido por Violante

acuciada, confieso que a porrillo

hago sonetos, sin que me atarante

ni se me mueva un pelo del flequillo.


Fue leer uno y en el mismo instante

sentí clavarse en mí ese colmillo,

a la vez sugestivo, lacerante

e irresistible de su gusanillo.


Conque aquí me tenéis, en la tarea

de asir la musa, que revolotea

y hasta a ratos susurra en mi cogote.


 E incluso, si es que hay suerte, que la idea

no resulte confusa y que no vea

necesario añadirle un estrambote.


O sea,

ese pegote

que pretende cerrar lo desquiciado

con un perfecto círculo cuadrado.

Esa pizca de magia

 





Vivir ha sido siempre un desafío.

Intentar que no queden sepultadas

tus ilusiones, bajo toneladas

de desencantos, causa mucho hastío.


Masticar soledad, rumiar vacío

ocupan hoy las horas desveladas

de las interminables madrugadas

en que mi oscuridad radiografío.


Confiando en que la luz del nuevo día

me descubra un destello que abalance

mi equilibrio interior con su pamema.


Y que pueda exprimirle todavía

esa pizca de magia que me alcance

para escribir algún nuevo poema.