martes, 9 de septiembre de 2025

Álbum de fotos


Por mucho que cultives la templanza,

abruma el revolver ese puñado

de imágenes difusas, que han quedado

convertidas en poso de añoranza.


Si la vida ha grabado su mudanza

sobre mi piel, mis ojos ha apagado

y el corazón dejó tan desolado,

¿ A dónde iré a buscar más esperanza?


Si es losa el polvo sobre el pie cansino

y un paso más, es darse contra un muro,

pues apenas si hay trocha por delante.


Si, al entornar los ojos, me imagino

el color de los días del futuro

de un azul casi negro acongojante.


lunes, 8 de septiembre de 2025

Mudez



Siempre quise decir.


Usar la lengua

para tallar con mimo la llaga incandescente,

tan feraz, que me habita

y esculpir la palabra perfecta, que declare,

en verdad, lo que siento.


Duele vaciarse así,

con tanta saña.


Y todavía más lastima el comprobar

que muy pocos escuchan.


Y aún menos entienden.


En la Edad del Estruendo¿ qué oído está dispuesto

a poner atención en sutilezas?


Porque decir

nunca fue para mí solo una opción,

sino algo perentorio,

necesito decir...


Pero comprendo lo poco que me renta

el turbar con mi verbo enfebrecido

la placidez del aire.


Que ha llegado el momento

en que toca rendirse a lo evidente

y, ante esta epidemia de sordera,

elegir la mudez.


Aunque me ahogue,

con mi propio y avinagrado vómito

de palabras nonatas,

lo mejor es callarme.



Lluvia ácida


 



Era tan placentero el escuchar

 el canturreo alegre de la lluvia,

acurrucada, allí,

a tu costado,

y dejarse llevar por su cadencia,

suavemente,

por rutas

de oníricos paisajes.


Nunca he vuelto a sentir esa envolvente

y grata sensación de dulcedumbre.


Ahora que, sin ti, la soledad

inficiona el ambiente,

la lluvia solo es letanía irritante

que despierta y afila

mis aristas más grises.


Su sonido monótono no logra

disipar el runrún recalcitrante

del silencio más ácido

y más devastador.


Ese que nos atruena

porque nos crece dentro.



martes, 2 de septiembre de 2025

A ratos

 




La vida no se anda conmigo con halagos

y, en una extraña suerte de juego de la oca,

ando de pena en pena, tiro porque me toca

doblar mi cargamento de duelos y de estragos.


No sé si blasfemar o mejor darme al vino

y ponerme a cantar coplas por soleares,

aunque puede que acabe después llorando a mares

y maldiciendo a voces mi inhóspito destino.


Luego recapacito y, puestos a echar cuentas,

aunque sé que hay algunas que son muy fraudulentas,

también en algún lance salí mejor parada.


No siempre fui feliz, pero, en mis estrecheces,

celebro el estar viva, pues compensa con creces

poder sentirse a ratos inmensamente amada.

La espera

 



Está ahí,
inane,
esperando, quizás,
a que lo mire
para ser.

Tal cómo yo,
aguardo, aquí, en la sombra,
algún suspiro capaz de despertarme
de mi soñar quimeras.

O no...

Quién dice que no baste con abrir
de par en par los ojos 
e inaugurar la luz.

Tan inclemente.

miércoles, 20 de agosto de 2025

Dones


 

Con qué loca y osada inexperiencia

cantabas matariles en las suaves

tardes de algún abril, en que las aves

celebraban el don de tu inocencia.


En el fondo del mar no están las llaves

de castillo ninguno, en consecuencia

por mucho que bucees a conciencia

tan solo encontrarás hundidas naves.


Quién fuera aún rehén de aquellos cuentos

que te inspiraron sueños seductores

en la estación lejana de la infancia.


Luego, ante octubre austero y sus recuentos

de fracasos, suplicas los favores

del olvido y su don de la ignorancia.

Nunca podrás saber


 

Nunca podrás saber

lo que es el miedo,

nunca podrás saber

lo que es sentir

que cae sobre ti la mitad del cielo

y no puedes correr

ni hay a dónde huir.


Nunca podrá saber

cómo quema el frío

sobre la piel que sabe del desamor


Y que hay palabras que cortan como acero

allí , dónde más duele,

con toda precisión.


Cuatro palabras, ese “ Ya no te quiero”,

que dejan malherido

a un pobre corazón.



Nunca podrás saber

lo que es tristeza,

nunca comprenderás

lo que es sentir

que hay una nube gris

sobre tu cabeza

y  te roba tus ganas

de sonreír.


NUnca podrás saber 

que desesperanza

te puede provacar 

tanta decepción


 Y que hay palabras que cortan como acero...



Nunca podrás saber

cómo te quería,

nunca podrás saber

con qué devoción

hice de tu querer

toda mi alegría

y había puesto en ti

toda mi ilusión.


Nunca comprenderé

qué falta que hacía

el sumergirme, así,

en desolación.


Fue innecesario

aquel “ ya no te quiero”?

A veces el silencio

es la mejor opción.


Cuatro palabras,

cortantes como acero,

que hieren y aniquilan

un pobre corazón.


Nunca podrás saber

lo que es amor.

No sé si existe un ángel


 



Tacto de seda,

voz de cristal

alas que vuelan

en libertad,

manos que pintan

alrededor

un bello mundo en technicolor.



No sé si existe un ángel

creado a la medida para mí,

el ángel de los cuentos

con los que de pequeña me dormí,

no sé si hay paraíso

que merezca la pena conquistar,

o solo es que es preciso

tenerlo que soñar.


Lo tengo que intentar,

lo tengo que buscar

sé que si existe un ángel

yo lo voy a encontrar.


Una sonrisa

que regalar,

y una palabra

para sanar,

una mirada

de comprensión

de las que llegan al corazón.


No sé si existe un ángel.....

Irredimible





Los dones que acopié, a manos llenas

los fui despilfarrando, y hoy siento

un torbellino de remordimiento

corroyendo febrilmente mis venas.


Para rectificar, ya no es momento,

y las fuerzas me llegan para, apenas,

ahondar en el pozo de mis penas

y sepultarme en su dolorimiento.


¿Morir y reencarnarme? El corregirme

en mi supuesta vida del futuro

no es algo que consiga entusiasmarme.


Que,aunque aliente el afán de redimirme,

 en cien vidas, lo tengo por seguro,

mil veces más habré de equivocarme.



viernes, 30 de mayo de 2025

Si me quieres, es mejor



 

Si me quieres, es mejor,

amor mío, que no vayas

pregonando a viva voz

noche y día que me amas.


Si me quieres, quiéreme

con la boquita cerrada

no se escape por ahí

lo que guardar debe el alma.


Si me quieres, déjame,

frescas, cada madrugada,

caricias sobre mi piel

e ilusión en mi almohada.


Traéme cada domingo

el desayuno a la cama

y, a besos, despiérteme

como a tu niña mimada.


Si me quieres muéstrame

tu hombría, con la gallarda

devoción con que me cuidas

me respetas y me tratas.


Y llévame de tu brazo

por las calles y las plazas

como el que orgulloso luce

un clavel en su solapa.


Quiereme siempre tan libre

como esa paloma blanca

que en tu pecho hará su nido

si tú arrullando la llamas.


Y en las noches de satén

y Luna desmesurada

ámame con la ternura

y la pasión desbocadas


Como a virgen milagrera

que en procesiones se saca

trátame a ratos, y otros

como a hembra enamorada.


Yo puedo ser ambas cosas

y muchas más si hace falta,

hasta aspiro a ser tu reina

y nunca seré tu esclava.


Si me quieres, cállate,

las fuerzas, siempre algo escasas,

no vayas a malgastar

por decir cositas vanas.


Cuidame como al rosal

que sobre tu tierra plantas

y para que te dé flor

le ofreces cariño y agua.


Si me quieres es mejor,

mi bien, que no digas nada,

porque el amor se demuestra

de obra y no de palabra.

jueves, 29 de mayo de 2025

" Doctor"



 

Si moriré estando sana...

porque así lo dictamina

un “doctor”, que no termina

de verme como a una anciana.

Con su pupila malsana,

presupone que simulo

y mis achaques son bulo.

Pues aquí juro que cuando

llegue mi “éxitus”, lo mando

antes yo a tomar por culo.

miércoles, 21 de mayo de 2025

Digna fragilidad

 







De pronto estoy aquí,

fragilidad que tiembla,

desnuda,

a la intemperie,

ante la inexorable e inmisericorde

avidez de los ojos.


Ignoro hasta qué grado de dolor

puede aguantar un cuerpo.


Cuánta desilusión cabe en un alma.


Solo sé que no quiero descubrirme

aferrada a la vida,

suplicando

por un sorbo de aire.


En la cumbre más álgida de mi humana miseria

y de mi dignidad,

solo queda aceptar que se ha cumplido

mi hora.


Que mi suerte

hoy sería entregarle suevemente mi aliento,

transformado en suspiro,

a una estela de brisa.


Y dejar impregnado

el ambiente sereno de esta tarde de otoño

de un perfume de lilas.


Rareza hecha primor, que se derrocha

y se va disolviendo imperceptiblemente,

mientras que se encamina,

silente,

hacia el olvido.