Por mucho que cultives la templanza,
abruma el revolver ese puñado
de imágenes difusas, que han quedado
convertidas en poso de añoranza.
Si la vida ha grabado su mudanza
sobre mi piel, mis ojos ha apagado
y el corazón dejó tan desolado,
¿ A dónde iré a buscar más esperanza?
Si es losa el polvo sobre el pie cansino
y un paso más, es darse contra un muro,
pues apenas si hay trocha por delante.
Si, al entornar los ojos, me imagino
el color de los días del futuro
de un azul casi negro acongojante.