martes, 7 de mayo de 2019

Sin pedirlo


¿Por qué yo?
que no tengo
más que frío en las manos
y “ supongos” y dudas en la boca
he sido la elegida?

Si apenas soy un corazón que vive
de temblor en temblor
por la emoción que siente
cuando en cualquier destello de un candil que se apaga
o en el suspiro leve de un pétalo que expira
sus ojos le descubren
una nueva sorpresa.

¿ Por qué a mí me ha mirado
la fortuna de frente?

Me abdujo con tal fuerza
que ya no hube modo
de negarla y negarme .

Heme aquí,
siguiendo sus dictados.

Qué extraño me resulta muchas veces
el tener que entregarme a la liturgia
de consagrar palabra tras palabra
en su altar noche y día.

¿ Por qué yo ,
sin pedirlo?

¿Por qué a mí , me ha tocado
tener que ser poeta?




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