¿Por
qué yo?
que no
tengo
más
que frío en las manos
y “
supongos” y dudas en la boca
he sido
la elegida?
Si
apenas soy un corazón que vive
de
temblor en temblor
por la
emoción que siente
cuando
en cualquier destello de un candil que se apaga
o en
el suspiro leve de un pétalo que expira
sus
ojos le descubren
una
nueva sorpresa.
¿
Por qué a mí me ha mirado
la
fortuna de frente?
Me
abdujo con tal fuerza
que ya
no hube modo
de
negarla y negarme .
Heme
aquí,
siguiendo
sus dictados.
Qué
extraño me resulta muchas veces
el
tener que entregarme a la liturgia
de
consagrar palabra tras palabra
en su
altar noche y día.
¿ Por
qué yo ,
sin
pedirlo?
¿Por
qué a mí , me ha tocado
tener
que ser poeta?
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