jueves, 4 de julio de 2019

Infiel


Respirar acostumbra,
pero el aire no es tuyo.
Ni tampoco esa pizca de fragancia
que te enerva la sangre
y que le inspira
a tu pecho un suspiro.

Solo es tuyo tu miedo.

Ese que va a galope por las venas
buscando callejones
en los que no penetre ni la luz de la Luna,
donde olvidar su filo de navaja
y apostar al olvido.

¿ Habrá algún otro modo
de desbravar la vida,
de burlar en furor de sus embates
que no sea dejándose llevar por su corriente?

Es tan fuerte su abrazo
que acabas por ceñírtelo a tu piel
sin darte cuenta
de que que está cincelado en tu adeene
serle fiel hasta el último sollozo
y en el suyo engañarte.
Nada se puede hacer,
si no es adorarla y amarla hasta el final
apasionadamente.

Sin pensar en que ella
cualquier día de estos , tal como estaba escrito,
habrá de abandonarte.

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