miércoles, 1 de septiembre de 2021

Balada Triste


 

No se quebró mi voz, aún la siento,

trivial cascabeleo, en las mañanas

intentando, afanosa, que su acento

suene como un repique de campanas.


Lo que se me han gastado son las ganas

de cantar por cantar, sin fundamento,

mientras entre miserias cotidianas

se consume mi vida a fuego lento.


Si solo el respirar es ya la excusa

que le da a la existencia algún sentido,

¿cómo puedo pedirle yo a mi musa

que tararee valses en mi oído?


Hoy me dicta la música difusa

de la Balada Triste del Olvido.

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