domingo, 7 de abril de 2024

Entomología



Apenas si recuerdo vagamente

ya desde dónde vengo.


Y eso que he tratado de esforzarme

al andar los caminos, señalando mi rumbo

con hilachas de mí,

que a base de abrasarme en el instante,

van dibujando a fuego un mapa mudo,

y quedan adheridas

en espinos y piedras.


Igual que un entomólogo,

hechizado

por el roce ligero

de unas alas de seda ,

que sigue sus derrotes, pues pretende

llegar a hacerlas suyas 

e imperecederas,

yo atrapo los momentos

-ya se sabe

lo frágil que es el tiempo,

cómo vuela-

Da lo mismo

si son o no sublimes,

todos tienen

un algo que merece celebrarse.

todos llevan implícita en su esencia

la condición de únicos.


Por eso yo les rindo mi homenaje

de admiración y reconocimiento.


Y, queriendo guardar intacta la impresión

fugaz de su belleza,

hago el intento vano

de dejarlos grapados toscamente

sobre la frágil piel de la memoria

en forma de poemas.


Qué gran acto de fe

-o acaso de mayúscula estulticia-

creer que algún futuro,

que no sea el del polvo y el olvido,

les espera.

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