La tarde crece despacio
sobre
la tapia, suspira
el
viajo sauce y traspira
dulzor
una luz topacio.
Cómo
emboza su prefacio
la
noche , cómo diseña
los
engaños de su enseña
para
volver del revés
su
faz y vender que es
aquel
tiempo en que se sueña.
La noche es solo
...la noche;
horas en las que abrazar
los recuerdos de tu
ajuar
y algún fantasma fantoche.
Soledad a trochemoche
que
se te vuelve escozor
sobre el pecho, en un angor
silencioso que
no deja
que vuelvas grito tu queja
y te purgues del dolor.
Qué
suerte de leviatán
es esta lluvia de mudas
estrellas ,
sembrando dudas
desde un techo de alquitrán.
Con que precisión
están
dibujando el aguafuerte
atormentado, que advierte
al
desvelado noctámbulo
que esta noche es el preámbulo
riguroso
de la muerte.
¿De que sirve que me endiable
o me entregue
al plañidero
afán de buscar calvero
a la cruz
inevitable.?
Mejor pensar en lo afable,
desvelarme al
ralentí
espulgando el popurrí
de todo cuanto yo amé
y me
amaron. Sueño y sé
que eso quedará de mí.
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