!
Virgen Santa! ! Qué tiempo de desidia
que
propicia este Agosto incandescente,
tanto
es así que siento de repente
hacia
los esquimales mucha envidia.
No dan
a basto los ventiladores
fracasan
el botijo y el pay- pay
y toca
derretirse, es lo que hay,
hasta
que Dios remedie estos calores.
Y es la
culminación de mi sofoco
cuando
en la noche insomne y calurosa
arde la
piel famélica que toco.
Pues no
me queda hacer más que una cosa
consumirme
en su roce poco a poco
y
amanecer, ya veis, como una rosa
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