viernes, 10 de noviembre de 2017

Motivo


Hay días en que escribo porque debo.
No puedo consentir que se consuma
en un marasmo apático mi pluma
sin probar una estrofa de renuevo.

Hay ocasiones en las que me atrevo
a seguir a mi instinto , que trashuma
del verbo arrasador al que perfuma,
a pesar de los chascos que me llevo.

Otras veces, las más, se me emancipa
un entuerto del vientre y si no alumbro
un burdo engendro es casi de chiripa.

Luego está aquella otra en la que ,cuerda,
la voz sigue al sentir y al fin deslumbro
con un verso que siempre se recuerda.

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