Cada
vez hay más interrogantes
-afilados
y agrestes-
suspendidos
sobre
la línea gris del horizonte.
Solo
presentimientos tenebrosos
me
perturban de noche la paz del corazón
y
solo sueño en sepia azabachada,
si
duermo,
en
consecuencia
mis
madrugadas son de un color renegrido
y mis
días zaínos ,
sombra
y asta que arde
corneando
hasta el tuétano.
Solo
versos oscuros me salen por la boca.
Incluso
cuando canto,
se
diría
que
las notas se obstinan en formar
un
acorde menor
de
languidez hiriente.
Mejor
será callarse
y no
verter
más
turbación sobre un mundo que lleva
sobre
sí todo el peso
de lo
incierto y lo triste.
Mejor
será callarse y esperar
a darle
tiempo a tiempo , a que su paso
suavice
los perfiles y aquilate en la vida
matices
soportables.
O que
nos haga hallar
dulzor
en la negrura.
Calidez
placentera en el abrazo
del
silencio envolvente que nos ofrenda el aire.
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