martes, 18 de enero de 2022

Bocanada de humo


 

Lo noto,

día a día,

me desmaterializo.


Dejo de estar sujeta a lo concreto,

de ser una entidad reconocible

con forma y nitidez en la consciencia

de los otros.


Yo misma

dudo  si alguna vez habré sido algo más 

que una bocanada

de humo,

dibujando sobre el aire

caprichos sensitivos

que enredados y absortos en su propia emoción

se van difuminando.


Y luego están los vientos de la vida,

prodigio de eficiencia.


A base de mecerme e irme diluyendo,

hoy casi han conseguido hacerme evanescente.


Apenas melodía imperceptible

habitando el silencio,

buscadme en el envés de los suspiros

de seda de la brisa.


O en las zarzas que pueblan las veredas


Soy el rastro de sangre que reluce

en todas sus espinas.

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