miércoles, 26 de octubre de 2022

Al alba


 

Por nadar en el fondo de tus ojos

suspiraban los peces de colores.


Y yo los secundaba.


Porque tan solo allí

se podía encontrar en este mundo

la sensación tan mágica

de limpieza, de paz

y bienaventuranza.


No tienen los arroyos

que nacen en las más altas montañas

más pura, más risueña

y cristalina el agua.


Con solo zambullirme

en ellos, me empapaba

del cariño infinito

que había en tu mirada,

tanto como la mía

inmensa devoción transparentaba.


Así es como se gesta,

en virtud del milagro del amor,

la comunión almática.


Hoy, que no estás conmigo,

¿ a dónde miraré cuando precise

un momento de calma?


Si hasta el aire se ha vuelto un enemigo

que me quema en el pecho,

pues me recuerda en cada bocanada

que tú ya no respiras...

lo que te echo en falta.


Por ahogarme en el fondo de tus ojos,

mi corazón suspira al evocarte al alba.

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