Últimamente
ya dudo de casi todo,
y más
que de otra cosa ,sospecho de mi misma,
de que
miro la vida a través de algún prisma
sonrosado
y los grises tamizo y acomodo.
Ni
siquiera me atrevo a dar fe de mi historia ,
a decir
que son ciertos en todos sus matices
de
esplendor y alegría los recuerdos felices
de los
tiempos pasados que guardo en la memoria.
Debe
ser que los ojos fatigados, un velo
prefieren
que los cubra a ver tan oprimido
al
corazón que apenas si puede con más duelo.
Que le
prestan las lágrimas al mirar el oriente
consolador
y cálido que precisa el latido .
Y que
no hay más remedio que ser superviviente...
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