miércoles, 4 de septiembre de 2019

Glu-glu


Glu-glú nada que nada
por su pecera
con cara de aburrido
la tarde entera.

Solo para y se pone
como a esperar
cuando llega la hora
de merendar.

Sabe que es el momento
de mis visitas
en el que yo le echo
tiernas miguitas.

De comer no se cansa
el muy tragón,
algún día revienta
de un atracón.

Yo le doy muy poquitas
porque prefiero
que Glu-glú en su pecera
nade ligero.

Que mañana se ponga
junto al cristal
a esperar su merienda
tan puntual.

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