jueves, 5 de septiembre de 2019

Melodía interrumpida


                                       Esta tarde de otoño,
de luz tan somnolienta,
es buena para el tedio y para deslizarse
por el resbaladizo talud de la añoranza
que siempre está al acecho.

Y más cuando una mano
se posa en el piano y distraídamente
le arranca algo así como un inconsolable
e íntimo rumor.

Evoca melodías
que se fueron quedando cautivas en sus teclas,
apenas garabatos trazados sobre hojas
dispersas por el suelo.

Intento convocarte con un arpegio frágil,
de esos que emocionan
como el canto de un pájaro que trina
despidiendo al crepúsculo,
en cuyas notas pueda volver contemplarte.

Navego en un océano inundado
de armonía infinita
y en mitad de una escala interminable
te vuelves perceptible
cadencia que enamora ,
etérea,
inolvidable...

Me acompaso a tu ritmo,
por ver si te retengo
enredando, a base de pasión,
mi latido a tu pulso ,
pero todo es inútil,
se van desvaneciendo poco e poco
en el aire la magia y el sonido

Luego llega el silencio,
destilando su muda verdad sobre la noche
desangelada y triste,
con su abrazo de frío
sobre mi solitaria desnudez.

Sin ti se ha vuelto humo
esa canción de amor hecho tibieza
que en otro tiempo supo confortarme.

Pero aún permanece,
pálido entre mis dedos
tembloroso,
como una mariposa que agoniza,
el recuerdo aterido del eco de tu voz.



No hay comentarios:

Publicar un comentario