domingo, 6 de septiembre de 2020

Exacta medida


 

Ojalá yo pudiese decorarte la vida

con el color preciso para hacerla feliz

-el rosa, por ejemplo - y evitarte el desliz

que la apartase en algo de tu senda elegida.


Estaría dispuesta, para hallar el barniz

que la hiciese radiante, buscarlo en cada herida

que me ha obsequiado el tiempo y ha sido concebida

para irme mostrando  de la dicha el matiz.


Porque con la experiencia de los años se llega

a relativizar las garras del dolor

si, con morder tu carne, en otro las repliega.


A falta de termómetro que aquilate el fervor,

sin duda constituye la ilimitada entrega

la única y exacta medida del amor.



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